La diplomacia del béisbol, un millonario símbolo de reconciliación entre los Estados Unidos y Cuba

La presencia de Barack Obama en un partido en La Habana entre los Tampa Bay Rays y la selección local abrirá la puerta a la normalización de la venta de peloteros cubanos a la MLB

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Desde que hace algo más de un año el presidente estadounidense, Barack Obama, y el cubano, Raúl Castro, anunciaran que se proponían reestablecer los lazos diplomáticos más de un centenar de peloteros cubanos han emprendido el peligroso camino hacia Estados Unidos

Como ya hicieran otros de sus compatriotas durante el más de medio siglo que ha durado la enemistad entre Washington y La Habana se entregan a mafias de contrabandistas, se enfrentan a travesías inciertas por el Caribe con el sueño de obtener contratos millonarios en las Ligas Mayores (MLB) de Estados Unidos.

Uno de los puntos álgidos de la histórica visita -un presidente estadounidense no viajaba a la isla desde 1928- de Obama a Cuba entre el 20 y el 22 de marzo será su asistencia al partido amistoso de béisbol entre los Tampa Bay Rays y la selección nacional de Cuba en el Estadio Latinoamericano, que está siendo renovado con dinero de la Major League Baseball (MLB) en preparación para el encuentro.

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El 8 de febrero, Yulieski Gourriel, máxima estrella del béisbol cubano, desertó en República Dominicana luego de participar de la Serie del Caribe

"Es puro simbolismo. Al embargo con Estados Unidos habría que sumar el embargo interno que se sufre y priva de libertad a los peloteros", opinó Roberto González Echevarría, exiliado cubano, profesor de Literatura Comparada de la Universidad de Yale y autor de La Gloria de Cuba: Historia del béisbol en la isla.

El béisbol, el deporte rey en Cuba, y la política se han entremezclado desde los primeros días de la revolución de 1959, cuando Fidel Castro picheaba los primeros strikes ante los Sugar Kings, del que era un gran fan y el primer equipo cubano que se proclamaba ese año ganador de las Ligas Menores norteamericanas, encumbrando a los habaneros por encima de todos sus rivales norteamericanos.

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Castro era un gran fanático y jugador de béisbol. 1963<br>
El béisbol y la política se han entremezclado desde los primeros días de la Revolución en Cuba, cuando Fidel Castro picheaba los primeros strikes ante los Sugar Kings.

Los "Sugar Kings" dejaron posteriormente de recibir en el Gran Estadio a equipos estadounidenses y fueron nacionalizados por el régimen castrista.

Un nuevo puente

Pero el juego de la pelota puede convertirse de nuevo en un primer puente entre Cuba y Estados Unidos si, como reveló primero el diario The New York Times, desembocan en buen puerto las negociaciones para que la MLB pueda contratar jugadores cubanos legalmente sin que los peloteros se tengan que exponer a las rutas de la inmigración ilegal.

Según indicó a comienzos de mes el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, es la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) la que se encarga de asesorar a inversores con intereses en cuba y sobre los levantamientos de las limitaciones, que tienen como gran escollo la vigencia aún del embargo.

"Los estadounidenses y los cubanos compartimos el amor por el béisbol, algo que nos recuerda la afinidad entre nuestros pueblos y el progreso que podemos alcanzar impulsando esos lazos naturales", explicaba la semana pasada un funcionario de la Administración Obama.

LA MLB podría ofrecer a Cuba el 10% de los ingresos por cada contratación

Según Peter Bjarkman, historiador y experto en béisbol cubano, la MLB podría estar negociando un acuerdo que tiene precedentes con Japón y conseguir el consentimiento del Gobierno cubano a las contrataciones si cede el 10% de los ingresos a la Federación Cubana de Béisbol, controlada por el Estado y por lo tanto afectada por el embargo y bajo el vigilante ojo de la OFAC.

Cantera cubana

"Cuba es importante para la MLB porque tiene una gran historia de cantera de grande jugadores de béisbol", subraya Bjarkman, cuyo último libro -de pronta publicación- Cuba's Baseball Defectors: The Inside Story, cuenta la aventura que ha llevado a estrellas cubanas a enfrentarse a la deshonrosa deserción, la extorsión o una muerte en el camino hacia contratos millonarios en los Estados Unidos.

"Siempre que el Gobierno cubano insista en controlar y ser mediador no va a haber libertad para los jugadores", señala González Echevarría, quien apunta a que las negociaciones barajan un "subterfugio" con la creación de una institución sin ánimo de lucro para la promoción del béisbol en la isla que reciba una comisión por las contrataciones.

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José Dariel Abreu desertó de Cuba en 2013 y desde entonces es jugador de los Chicago White Sox, con excelentes resultados.

Cualquier cubano que pisa el "diamante" piensa desde su más tierna infancia con un contrato con los Yankees o los Red Sox, un sueño solo al alcance de los mejores jugadores cubanos, que pueden pasar de sus vidas humildes en Cienfuegos o Matanzas a los lujos de una vida de millonarios en Nueva York.

Sus ídolos, al igual que los de niños estadounidenses, se llaman Yoenis Céspedes, jardinero de los New York Mets o Yoan Moncada de los Red Sox, que con 20 años y recién salido de Cuba acaba de recibir una bonificación de 31 millones y conduce un Lamborghini Huracán con sus iniciales grabadas.

"Si el Gobierno cubano insiste en controlar y ser mediador no va a haber libertad para los jugadores"

Pero el camino al éxito no es fácil y ahora esas comisiones se las llevan mafias o intermediarios de dudosa reputación. Si no que se lo digan a Leonys Martín, que con 23 años fue tentado con un contrato profesional en la MLB, escapó por México, fue amenazado de muerte mientras su familia estaba secuestrada en Florida y tuvo que acabar pagando más de un millón de dólares a una red de intermediarios por cuyas manos pasan decenas de peloteros cubanos, algo que ha investigado el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

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"La MLB quiere acabar con el problema de relaciones públicas que supone que tus jugadores cubanos vengan a través de rutas clandestinas", explica Bjarkman.

La veintena de cubanos que han alcanzado la élite del béisbol facturaron este año unos 130 millones de dólares y si este nuevo acuerdo con Estados Unidos el gobierno cubano podría sacar una buena tajada monetaria.La apertura entre Estados Unidos y Cuba está repleta requiebros y trabas burocráticas entre dos sistemas opuestos que quieren entenderse.

Los peloteros cubanos hoy ingresan a los EEEU a través de redes clandestinas

"El INDER (Instituto Nacional de Deportes de Cuba) pide ser mediador en el negocio y eso viola las leyes del embargo...además impone un embargo interno a los jugadores que no pueden jugar fuera de la región en que residen y por lo tanto, si hay un jugador establecido, pueden desperdiciar su carrera por la falta de libertad", indica González Echevarría.

"El acuerdo con la MLB, si se alcanza, será para un futuro a largo plazo. La liga cubana ya ha visto a casi todos sus jugadores buenos marcharse y eso no quieren que suceda en un deporte de tanta importancia nacional", reflexiona Bjarkman.

Pero los preparativos continúan para el histórico partido al que asistirá Obama el día 22 en La Habana, algo que también parecía imposible y se acabó dando, una demostración del poder de la diplomacia y la constancia negociadora.

"No podemos ser prisioneros de nuestra propia historia", explicaba esta semana Ben Rhodes, asesor de seguridad nacional de Obama en entrevista con la revista The Atlantic.


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