En los últimos años, la ciencia alcanzó logros inimaginables. Y en esa línea, la fertilidad fue una de las ramas de la medicina más beneficiadas de los avances. Sin embargo, la capacidad de asombro se vio superada con el más reciente avance en materia de fertilidad: el trasplante de útero, que podría permitir que aquellas mujeres que nacieron sin ese órgano elemental para la maternidad o que lo hayan perdido por alguna causa médica, puedan gestar un hijo en su vientre.
En septiembre de 2012 nació en Suecia el primer bebé del mundo engendrado en un útero trasplantado. Hoy ya son cinco los nacidos gracias a este procedimiento, que posee como único objetivo lograr la maternidad natural en mujeres sin útero.
Una de cada 4.000 mujeres en el mundo podría beneficiarse de la operación para llegar a cumplir su deseo de ser madre naturalmente, pero hasta el momento es una práctica que sólo se encuentra en etapa experimental. Está a punto de replicarse en otros países, especialmente en aquellos donde no es posible realizar la gestación por sustitución o subrogación uterina.
En la mayoría de las prácticas llevadas a cabo, las donantes fueron las propias madres o hermanas de la paciente.
Esperanza argentina
En los EEUU se realizó recientemente el primer trasplante de útero en ese país. Y ya se proyecta el primero en América Latina, que será en la Argentina.
Para eso, el equipo sueco a cargo del protocolo del trasplante uterino integrado por los doctores Mats Brännström y Pernilla Dalhm Kahlr visitó Buenos Aires para dar inicio a la investigación experimental en el país. Los especialistas dieron una conferencia de prensa de la que además participó el doctor Sergio Papier, presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva (Almer), y el doctor Sebastián Gogorza, jefe del departamento de Ginecología del Hospital Italiano.
Una de cada 4.000 mujeres podría beneficiarse por este tipo de trasplante
Brännström explicó que "las causas por las que las mujeres pueden necesitar un trasplante, además de aquellas que nacen sin el órgano, abarcan aquellos casos de mujeres que padecieron cáncer de cuello de útero, sangrado post parto o miomas uterinos (tumores que crecen en la matriz de la mujer). También existe un nuevo grupo de pacientes que podrían recibir el útero y son aquellas que fueron sometidas a múltiples fertilizaciones in vitro y sin embargo presentan inconvenientes a la hora del implante por la aparición de problemas bioquímicos a nivel del útero, que son los que impiden que el embrión pueda implantarse".
En ese sentido, Papier agregó que "la paciente ideal para someterse a la terapia no debe padecer enfermedades infecciosas, neoplasias (cánceres), obesidad y debe ser capaz de producir sus propios óvulos". "No hay límite de edad, aunque es preferible que sean menores de 35 años", enfatizó.
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