Juan Carlos Fábrega duró un poco menos de un año al frente del Central y estuvo a pasos de un acuerdo histórico con los fondos buitre, que hubiera salvado a la Argentina del default técnico. "Cuando fracasó la negociación le presenté la renuncia a Cristina, no quería seguir. Ella me dijo que no era el momento y recién me fui a fines de septiembre, pero fue un error haber esperado".
El ex titular del BCRA se había presentado ayer ante las comisiones de Presupuesto y Finanzas para hablar sobre el posible acuerdo con los buitre. Y ahora por InfobaeTV contó por primera vez qué sucedió en aquellas dramáticas jornadas de fines de julio de 2014 cómo se precipitaron los hechos.
"Ante la negativa de la Corte Suprema norteamericana de tratar el caso -recuerda Fábrega- nos enfrentábamos con una situación muy complicada. Tenía la instrucción de la Jefatura de Gabinete para encontrar una solución y llegamos a un acuerdo para que los bancos privados nacionales les compraran la deuda a los buitres que habían ganado el juicio. Eran USD 1.650 millones –recuerda– pero tenían que poner USD 200 millones inmediatamente".
Sin embargo, todo naufragó a último momento. "Apareció Kicillof (entonces ministro de Economía) y les dijo a los bancos que sólo les reconocería el valor del canje de 2005, por lo que debían asumir una pérdida enorme. Era imposible cerrar la operación en esas condiciones y finalmente entramos en default técnico".
Fábrega definió como "razonable" aquella solución que se intentó, pero que finalmente resultó interceptada por el ministro. Obviamente, todo indica que fue la propia Presidente la que no quería un acuerdo con los holdouts. "Tenía razón Kicillof en que el gobierno no podía mejorar la propuesta a los holdouts por la cláusula RUFO. Pero esto era un acuerdo entre privados. Si se hubiera arreglado, habríamos no sólo evitado el default, por lo que los bonistas que entraron en los canjes habrían seguido cobrando".
El episodio desnudó las feroces internas que había dentro del Gabinete. El jefe de Gabinete de ese entonces, Jorge Capitanich, y el propio Fábrega quedaron desautorizados ante la resistencia de Cristina y Kicillof para llegar a un acuerdo con los holdouts".
"Después se hizo todo muy difícil. Nos quedamos sin posibilidad de conseguir financiamiento externo y el déficit fiscal era creciente. Por eso fue necesario luego recurrir al Banco Central, donde yo venía llevando una tarea de restricción monetaria que fue imposible continuar". Y recuerda los problemas que generó aquella negativa: "Tuvimos un país complejo, porque se profundizó el cepo cambiario, las reservas quedaron impactadas severamente y hubo menos inversiones. Se perdió una oportunidad. Si hubiéramos arreglado, se ganaba tiempo hasta el 2015 y Argentina recuperaba el acceso a los mercados financieros".
- No van a bajar las tasas de la noche a la mañana para la Argentina. Pero desactiva un default que nos hizo mucho daño. Es el camino para que aparezcan inversiones genuinas, facilitar la importación de bienes de capital para la industria y recuperar reservas. Tomar deuda afuera ayuda pero no es la panacea y hay que controlar el ingreso de capitales golondrina.
- En ese momento la política monetaria restrictiva no estuvo acompañada por las medidas fiscales. Es fundamental acotar la emisión y que el dinero que se tome ayude a la economía y a los mercados. Por lo pronto el Central puso la tasa de interés muy alta, al 37%, pero debería ser un fenómeno transitorio. Es fundamental cuidar el frente fiscal para evitar nuevos desajustes.
El ex funcionario se mostró optimista pese a los desafíos que se presentan: "A partir del 14 de abril se puede venir una economía muy distinta. Empezarán a llegar los dólares de la cosecha gruesa y también las divisas por las colocaciones que realice la Argentina, ya que estaría solucionado el tema de los holdouts. Si sale bien, podemos pensar en una inflación descendente que llegue al 2019 por debajo de los dos dígitos.
La polémica por los millonarios contratos de dólar futuro vendidos por el BCRA también estuvo presente en la entrevista con InfobaeTV. Para Fábrega, hay una clara responsabilidad de la autoridad monetaria. "El problema es que el único vendedor de estos contratos fue el Banco Central. Siendo así, tenía la capacidad de definir cuánto vendía y también de ejercer los controles correspondientes".
"Será la Justicia la que determine si hubo delito", contestó ante la consulta, aunque deslizó que "no fue acertada la política que se llevó sobre este tema".
Un total de 17 ex funcionarios fueron imputados por las millonarias pérdidas sufridas por el BCRA a causa de los futuros, incluyendo a la Presidente, el ministro de Economía y el titular del Central el año pasado, Alejandro Vanoli. "No tengo claro si la Presidente puede o no estar informada de un detalle tan fino, pero Economía tiene un hombre suyo sentado en el directorio del Central que está al tanto. Pero al final del día, la información está en la web del Central y quien tiene a su cargo la responsabilidad de manejar los números de la economía no podía desconocer este asunto".