El joven había sido asesinado a puñaladas en 2001, tras una disputa por motivos que se desconocen. Marcos Paulo dos Santos, el presunto autor del homicidio, escapó y la policía jamás pudo apresarlo.
El hermano de la víctima, Jamir Prado Gonçalves, nunca superó lo ocurrido. El pasado sábado 5, encontró la posibilidad de saciar su sed de venganza.
Caminaba por una calle del barrio Jardim Santa Cruz II, en el municipio de Pontes e Lacerda, cuando lo vio. Allí estaba Dos Santos, caminando también. En un rapto de furia, tomó un trozo de madera que halló en el piso y empezó a clavárselo sin parar.
El ataque se prolongó por algunos minutos, ante la inexplicable indiferencia de transeúntes y automovilistas, que pasaban como si nada. Sólo cesó cuando llegó la policía militar, que se llevó a Gonçalves.
Dos Santos continuaba con vida cuando arribó la ambulancia. Lo trasladó a un hospital, donde quedó internado en muy grave estado.