2016. 8 de marzo. En una nueva edición del Día Internacional de la Mujer las noticias parecen sacadas del arcón de los recuerdos.
Lejos de mejorar o superarse, la situación económica y social de la mujer en la Argentina y alrededor del mundo va en retroceso, en relación con las responsabilidades que el históricamente llamado "sexo débil" fue sumando con el correr de los años.
Es que, se sabe, la mujer ya no es sólo madre y ama de casa. Y no porque esos roles fueran poco relevantes, sino porque, además, decidió salir a ganar terreno fuera del hogar, se profesionalizó y comenzó a ocupar puestos de liderazgo. Todo sin descuidar la casa ni los hijos, claro está.
Lo llamativo es que comenzó a observarse que, ante el mismo puesto y responsabilidad, un hombre gana más que una mujer. Y la mala noticia es que la brecha –lejos de acortarse- se mantiene y profundiza.
Según el Informe de Desarrollo Humano 2015 de Naciones Unidas, las mujeres cobran salarios un 24% inferiores a los de los hombres por hacer el mismo trabajo.
Un informe de este año reveló que la participación de las mujeres en puestos directivos es menor y resaltó que en América Latina hay sólo dos mandatarias de Estado: Dilma Rouseff y Michelle Bachelet.
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