House of Cards fue una de las primeras producciones de Netflix. Adaptada de una versión original inglesa, esta serie obtuvo una gran repercusión y logró que su personaje protagonista, Frank Underwood, se hiciera más famoso que la serie misma. De hecho tiene una cuenta en Twitter que de vez en cuando menciona a políticos argentinos.
House of Cards tiene sin dudas muchos momentos y escenas imposibles de olvidar. Seleccionamos cinco que describen perfectamente al personaje principal.
En primer lugar –sin establecer un orden de importancia y sólo por enumerarlas- se encuentra la escena en la que Frank no obtiene el perdón del sacerdote y se acerca a una iglesia y escupe una cruz con la imagen de Jesús. Otra es aquella en la que se acerca a la tumba de su padre y orina sobre la lápida, demostrándole a lo que llegó, frente a la poca confianza que siempre tuvo en él, una escena antológica.
Otro gran quiebre es el episodio en el que Frank termina de definir su sexualidad, ambigua -no se termina de definir como bisexual- en que practica un trío con Claire y su guardaespaldas.
También encontramos el lado lúdico de Underwood en sus construcciones de soldaditos (a la que le dedica largas horas nocturnas) y el juego de play Monument Valley que luego de ver la adicción de Frank en pantalla se hizo furor entre sus fans.
Y finalmente, el momento más oscuro, más duro y más siniestro de este personaje es su vinculación directa con diversos asesinatos. Personajes claves de la trama que terminan siendo víctimas fatales de este Mr. Underwood que está dispuesto a todo por mantenerse en el poder.
Hoy se estrena la cuarta temporada (ya está anunciada una quinta, por Netflix, obvio). Y todos la deseamos.
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