La NASA fabricará una aeronave supersónica para el transporte de pasajeros que será lo más silenciosa y eficiente posible. Esa es la idea del administrador de la agencia aeroespacial de los EEUU, Charles Bolden.
A pesar de usar un motor de reacción, que tradicionalmente causa un gran estruendo, el ruido que produciría esta nueva aeronave sería mínimo.
Limitar el nivel sónico de las aeronaves se convirtió en los últimos años en uno de los principales retos de la investigación espacial.
De la misma manera, la reducción de la contaminación es otro de los requisitos que cumpliría el nuevo diseño, ya que optimizaría el consumo de combustible.
"La NASA está trabajando duro para hacer los vuelos más ecológicos, más seguros y más silenciosos", dijo Bolden. Para los estudios preliminares del proyecto, Lockheed Martin recibirá unos USD 20 millones en 17 meses.
El diseño y la construcción de la aeronave llevará varios años y la NASA calcula que las campañas de vuelo comiencen alrededor de 2020.
El contrato es "un primer paso hacia un posible retorno a los jets de pasajeros supersónicos, pero más silenciosos y económicos", precisó la NASA, aludiendo aparentemente al Concorde, el aparato franco-británico, que era ruidoso y caro, cuyo último vuelo se realizó en 2003.
Los vuelos supersónicos comerciales se cancelaron cuando las aerolíneas British Airways y Air France dejaron de operar en 2003 el Concorde, un avión capaz de viajar a una velocidad máxima de 2.180 kilómetros por hora, más de dos veces la velocidad del sonido.
La rentabilidad del mítico aparato, conocido como el Pájaro Blanco, que cuenta con legiones de seguidores en todo el mundo, quedó en entredicho tras el accidente de un Concorde en París en 2000, que causó 113 muertos.