Temas cotidianos al diván en 1 minuto: cómo aprender a decir que no

El psicólogo gestáltico Demián Bucay analizó las razones por las que cuesta rechazar los pedidos del otro. Distintas alternativas para enfrentar la situación

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Steve Jobs solía decir que "solo aprendiendo a decir 'no' podemos concentrarnos en las cosas que realmente importan". El "no" es una palabra poderosa, con la capacidad de generar situaciones inesperadas en el otro.

En el tercer envío del ciclo exclusivo de Infobae "Temas cotidianos al diván en 1 minuto", el prestigioso psicólogo Demián Bucay considera que a las personas les cuesta poner límites: "Decir 'no puedo', 'no quiero' o 'no estoy de acuerdo'.

Además, sostuvo que esta incapacidad "es un problema muy serio", ya que lleva a aceptar compromisos que se desean por la simple razón de "no quedar mal con nadie" y que esto posterga los deseos o compromisos propios.

"¿Si es tan malo para nosotros por que lo hacemos? Lo hacemos para no quedar mal con la otra persona que nos hizo el pedido o el reclamo. No queremos que se enoje, que se entristezca o nos da pena", asegura. Y agrega que se debe entender "que no se le hace ningún favor" diciéndole que sí cuando queremos se desea dar una respuesta negativa.

Las razones son sencillas: se terminan haciendo las cosas de mala gana, con mala cara, a medias o regañadientes y "el otro se va dar cuenta y se va transformar en un maltrato".

Decir que sí cuando uno quiere decir que no genera rencor y resentimiento con la persona que nos ha hecho el pedido. Para poder decir que no hay que soportar que "el otro se enoje por un rato", pero resulta importante "aceptar que es parte de la relación".

La buena noticia es que si es una relación sana, resiste el no. Y el otro va poder entender las razones y las negativas. "Si el otro no entiende el no, era una relación que era mejor perder", sentenció el especialista.