El 2030 será un año muy especial para el fútbol, ya que se cumplirán 100 años del primer Mundial, por lo que la FIFA ya piensa cómo se celebrará el certamen y varias federaciones se postulan como candidatas a organizarlo.
En este caso, Greg Dyke, presidente de la Federación Inglesa de Fútbol, confirmó que su país se presentará a las votaciones y competirá contra quien sea necesario para convertirse en sede de la Copa del Mundo.
"El Mundial de 2026 se disputará en Estados Unidos, pero quizá vayamos por el de 2030", señaló el dirigente de 68 años a la cadena británica BBC.
Lo cierto es que razones no le faltan a Inglaterra para albergar una Copa del Mundo, ya que como los creadores del deporte más popular del planeta, sería un honor para ellos contar con el trofeo en sus tierras en el año del centenario.
Sin embargo, dirigentes de Argentina y Uruguay también están diagramando de qué manera pueden convencer al resto de las federaciones para que estas naciones vecinas sean los organizadores del Mundial 2030.
La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) plantean que el torneo más importante a nivel selecciones del planeta debe realizarse en sus países con el argumento de que en 1930 ambos combinados disputaron la final, justamente en Montevideo, Uruguay, y el local fue el primer campeón de la historia.
Lo cierto es que Gianni Infantino, flamante presidente de la FIFA, presentará un proyecto para que la Copa del Mundo pase a ser jugada por 40 seleccionados, en lugar de 32 como es hoy en día, y además ve con buenos ojos la idea de que se dispute en más de una sede, así como se organizó en Corea-Japón 2002.
Tanto la Conmebol como la UEFA han apoyado al suizo, por lo tanto no hay favoritos en este sentido, aunque Dyke fue contundente en su opinión sobre la victoria del europeo: "La FIFA ha sido una organización corrupta durante muchos, muchos años, y creo que Gianni es una persona que hará el trabajo y se centrará sólo en el fútbol".
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Inglaterra presentó su candidatura para albergar la Copa del Mundo de 2018, pero cayó eliminada en la primera ronda de votaciones, a pesar de que se creía que la organización de los Juegos Olímpicos 2012 podría haber funcionado como palanca para convencer a la FIFA, que finalmente se inclinó por Rusia.