Monumento de los españoles, una joya del art nouveau en Buenos Aires

Se erige en pleno Palermo y representa la hermandad entre la comunidad española y el pueblo argentino. La historia detrás de una de las esculturas más paradigmáticas de su estilo

Lo primero que hay que saber es que el "Monumento de los españoles " -o "a los españoles", como varios lo llaman erróneamente- no es su verdadero nombre. Fue apodado así porque fue un regalo de la comunidad española en el marco del Centenario de la Revolución de Mayo, pero su auténtica denominación es "Monumento a La Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas". Su inauguración iba a ser en 1910, pero debido a una serie de inconvenientes, se realizó recién en 1927.

La primera de estas complicaciones tiene que ver con los arquitectos que participaron. El autor original fue el escultor español Agustín Querol, pero su muerte en 1909 puso en pausa el proyecto. Querol sólo llegó a realizar los bocetos del diseño. En ese momento tomó la batuta otro español: Cipriano Folgueras Doiztúa. Sin embargo, su fallecimiento en 1911 llevó a que Antonio Moliné finalizara el trabajo.

Las siguientes demoras ocurrieron por varias razones: la primera debido a una huelga de trabajadores italianos que operaban en Carrara, y, la segunda, ocurrió luego de que una tormenta resultó en la "amputación" de parte de la escultura que ya estaba erigida en Palermo. Pero quizás la última razón sea la más trágica, cuando un barco proveniente de Barcelona, en el que se trasladaba parte del cargamento destinado a la construcción del monumento, se hundió, un desastre en el que murieron 450 personas y que dejó al mundo en vela.

Al final, su inauguración se realizó 17 años después de la fecha planeada, el 25 de mayo de 1927. El evento contó con la presencia del conde de Amalfi -quien acudió para representar al rey Alfonso XIII "el Africano"- y el presidente de Argentina de ese momento, Marcelo Torcuato de Alvear.

Ubicado en la intersección de las avenidas Sarmiento y Del Libertador, en pleno Palermo y a unos metros de la icónica Plaza Italia, la monumental obra mide 25 metros de altura y fue realizada con mármol de Carrara y bronce. Fue ideada por el escultor español Agustín Querol, y continuada tras su fallecimiento por Cipriano Folgueras Doiztúa y Antonio Moliné. La obra fue ubicada en el lugar perfecto de la urbe porteña, a la vista desde gran distancia por los transeuntes y los miles de autos que circulan por allí todos los días.

En esta escultura, que selló definitivamente el vínculo entre España y Argentina, luego de años de animosidad tras el fin de las colonias, se erige en su punta la estatua de la República. Más abajo, en el pie del monumento, está el Trabajo, en mármol, y la fuente está rodeada de los cuatro ríos: Los Andes, El Río de la Plata, La Pampa y El Chaco, cada uno representado en bronce por su respectiva alegoría.

También destacan sus grabados. El preámbulo de la Constitución Nacional Argentina tiene su espacio en el lado sureste del monumento, y se puede leer el siguiente extracto: "Y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar suelo argentino". Las otras frases dicen: "Uno mismo, el idioma", "De una misma estirpe" y "Grandes sus destinos".

Y la última refleja el espíritu de unidad del Monumento a La Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas, un lazo de afecto entre España y este país, tan influenciado por su cultura y su tradición; un mensaje de amor y fraternidad que vivirá por siempre: "A la Nación Argentina en su primer centenario, por España y sus hijos".