Uno de los tres regalos que llevó el presidente Mauricio Macri para el Papa Francisco en su visita a Roma fue una réplica de la Cruz de Matará, una reliquia jesuítica tallada en madera por un miembro de la tribu nativa de Matará en la Argentina, población que habitó los territorios hoy conocidos como Chaco y Santiago del Estero, que fuera esclavizada y evangelizada en el siglo XV.
Es considerada un símbolo de la evangelización de la cultura aborígen. Debe su nombre a los Matarás, una tribu de naturales que habitaba una zona del Río Bermejo, hoy extinguida. Por los símbolos que contiene grabados, se estima que la cruz fue tallada alrededor del año 1594 por los jesuitas que evangelizaron a los matarás.
En la parte superior, posee tres signos identificados con la A, la O y una M de mayor tamaño, lo que se interpretó según el alfabeto griego como con una letra "alfa" y una "omega", principio y fin de todas las cosas, en tanto la M referiría a la palabra Matará. Debajo de éstas figura un número romano correspondiente al "1" y una cruz griega, y más abajo la palabra ATA en mayúsculas. Luego se observan en la cruz una sucesión de números y letras difíciles de descrifrar, aunque se pueden identificar con claridad los números 1, 5, 9 y otro indescifrable que indicarían el año de la cruz o el comienzo de la evangelización: 1594.
Más abajo se destaca la figura de Jesucristo crucificado, y a su izquierda un cometa, que es la Estrella de Belén con la luna y el sol. A la derecha se observa el martillo con el que Cristo fue clavado en la cruz y un cáliz sobre el que descansa una pequeña cruz o dos espigas atravesadas, con una hostia, símbolos de la Ultima Cena y la Santa Misa.
En el extremo inferior del madero vertical, aparecen representados los cordeles, la lanza, la escalera y los clavos utilizados para flagelar a Jesús; además de una figura femenina con rasgos e indumentaria española que simboliza a la Virgen María al pie de la Cruz, más otras representaciones bíblicas.
En el encuentro que el Papa Francisco y Mauricio Macri celebraron hoy, el mandatario le obsequió a Francisco, además de la cruz de Matará, un poncho de alpaca y doce CD de tango y chamamé, mientras que el Papa le regaló el nuevo medallón del Vaticano, decorado con un olivo que simboliza la unidad, la exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" y la encíclica "Laudato si-".