El cantante había desembolsado más 1.500.000 dólares por el Oscar, en una subasta en Sotheby's, convirtiéndolo así en el galardón entregado por la Academia de Hollywood mejor pago de la historia. Cabe aclarar que la compra fue legal, ya que en el año en que se entregó la estatuilla, todavía no estaba prohibido venderlas. Desde 1950, los ganadores están imposibilitados de venderlas a compradores externos; únicamente se pueden devolver a la propia Academia, a cambio del pago de una suma simbólica de un dólar.
Si se encontrara el Oscar, la estatuilla pasaría a los hijos del cantante, según declaró su abogado, Howard Weitzman. "Los ejecutores de su patrimonio desconocen dónde está la estatuilla de 'Lo que el viento se llevó'. Nos gustaría tener el Oscar porque pertenece a los hijos de Michael. Espero que aparezca en algún momento", declaró el letrado.
Cabe recordar que Jackson era un confeso amante del cine, y al mismo tiempo un excéntrico coleccionista de todo tipo de objetos y recuerdos de lo más variados. Por eso había decidido incorporar a su colección el mayor galardón obtenido por la película protagonizada por Vivien Leigh y Clark Gable, sin lugar a dudas una de las más famosas en la historia del cine.