¡Leonardo DiCaprio ya ganó!

El próximo 28 de febrero, el protagonista de "El Renacido" competirá por quinta vez por la preciada estatuilla en la categoría Mejor Actor. Todo indica que esta será la vencida

Ya ganó. No hace falta que el domingo suba los escalones del escenario del Dolby Theatre y sostenga es sus manos la estatuilla dorada, ¡porque DiCaprio ya ganó!

Ganó porque debió hacerlo antes, no una vez... sino cuatro. Ganó porque nunca teme correr riesgos y no se conforma con encarnar al superhéroe de turno o ponerle la voz al animalito animado de moda. Por el contrario, asume riesgos y elige personajes que necesitan una transformación física y mental plena. Ganó porque las veces que perdió no dijo nada, nada de quejas, mutis por el foro. Pero, sobre todo, ganó porque su labor en El Renacido es descomunal, conmovedora, épica, actoralmente impecable. Y si con esto no alcanzara, ganó porque la gente, el público, fans, crítica y recién iniciados concuerdan en que nadie merece más el galardón que el bueno de Leo.

Lejana parece aquella primera nominación en 1994 como actor de reparto por ¿A quién ama Gilbert Grape?, un drama en el que con 19 años irrumpió con fuerza, opacando al protagonista, un joven y prometedor Johnny Depp cuando aún no había sido poseído por Jack Sparrow y sus personificaciones tenían matices. Ese año, esa primera nominación debió ser para DiCaprio, pero la Academia prefirió galardonar a Tommy Lee Jones como el policía que perseguía a Harrison Ford en la remake de El Fugitivo. Una elección solo explicable bajo el estigma del "derecho de piso" que el novel actor debía pagar. Pese a no ganar el Oscar, la película fue un espaldarazo para la carrera de Leonardo, quien a partir de ese momento se transformó en uno de los preferidos por productores, actores y público.

iTitanic/i, el opus de James Cameron, ganador de once premios de la Academia, fue la confirmación de su performance de estrella, mas por esa cinta no obtuvo nominación. Sin embargo, a partir de esa megaproducción la elección de papeles por parte de DiCaprio lo llevaron a seleccionar cintas serias de grandes directores y fuerte contenido social e histórico.

Así, en 2005 arrancó una fructífera colaboración con Martin Scorsese con El Aviador, encarnando al magnate Howard Hughes. Un papel antipático que le valió su segunda nominación. Y ese año, tampoco se llevó la estatuilla. Los miembros de la Academia, culposos, decidieron dársela a Jamie Foxx por su interpretación de Ray Charles en el largometraje iRay/i (para que tome nota Spike Lee, Will Smith y otros militantes).

Dos años después, en la ceremonia de 2007, Leonardo DiCaprio estuvo nuevamente a punto de ganar gracias a su labor en la impactante Diamante de sangre. Pero otra vez, se llevó el premio un actor negro: el enorme Forest Whitaker por su representación del dictador africano Idi Amin Dada en El último rey de Escocia (sigan tomando nota Spike Lee, Will Smith y otros militantes).

Pero, de las anteriores cuatro nominaciones, si hubo un año en el que DiCaprio debió irse a casa con el Oscar, fue en 2014 cuando lo nominaron por la tremenda cinta El Lobo de Wall Street. Claro que el bueno de Leo se topó ese año con la interpretación de Matthew McConaughey como un enfermo terminal con SIDA en Dallas Buyers Club. Igual, nada que decir, bien otorgado, pero qué lindo hubiera sido un premio compartido.

Y así llegamos a El Renacido y la quinta nominación (la cuarta como actor protagónico) y este año está todo dado para que el actor deje de "ser zapatero". Ya dijimos que su labor es descomunal pero, además, y no es un dato menor, la competencia es accesible. El único que puede hacer fuerza es Eddie Redmayne por su papel de transexual eni La chica danesa/i. Pero Eddie viene de ganar el año pasado por La teoría del todo, si logra un doblete estando DiCaprio en frente tendremos que pensar que detrás de esta elección hay cierta saña y maldad.