Cómo la cocaína altera la estructura del cerebro

Diversos estudios científicos han probado los efectos nocivos de la cocaína en el cuerpo. Ahora se sabe que altera la materia gris y afecta a los riñones y el hígado. La investigación que promete curar la adicción

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Los peligros del consumo de cocaína para la salud cerebral y la salud cardíaca fueron a lo largo del tiempo los más habituales y resonantes. Pero los últimos estudios científicos demuestran que esta droga todavía es más peligrosa de lo que se cree.

Un equipo de científicos del Hospital de Sant Pau de Barcelona, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y la Universidad Autónoma de Barcelona demostrado, por primera vez, que la cocaína altera las funciones cerebrales y modifica la estructura del propio órgano. Estas 'modificaciones' provocan, por ejemplo, que el cerebro de los consumidores no detecte las consecuencias adversas de su propio comportamiento.

Aparte de las anomalías, también detectaron que en la materia gris, se refuerza el circuito de recompensa mientras que baja el tamaño de la materia blanca fuera del área de recompensa. "Esto significa que aparecerían reforzadas las estructuras que tratan la gratificación en detrimento de las áreas que controlan procesos cognitivos como son la regulación de la propia conducta y la atención. Este hallazgo nos explica por qué la gente no cesa en el consumo y tiene tantas recaídas. No es por falta de fuerza de voluntad, sino que la estructura cerebral ha cambiado", dijo el doctor Jordi Riba, investigador principal del estudio.

El hígado y los riñones también sufren

Ahora se determinó que el uso cotidiano de esa droga también puede conducir a serias complicaciones tanto en los riñones como en el hígado.

El departamento de Toxicología del Hospital Fernández presentó un informe clínico en el que se resaltó la relación de la cocaína con importantes falencias renales y hepáticas en un paciente. Se trató del caso de un joven de 28 años que ingresó a una consulta por un cuadro de politraumatismos y, luego de varios análisis y la detección de la existencia de cocaína en su cuerpo, se advirtió una insuficiencia aguda renal y otra hepática, ambas relacionadas con el uso de esa droga.

"La cocaína puede producir estragos en todo el cuerpo, no sólo en el corazón y en el cerebro, que quizás representan los peligros más conocidos. La gente conoce los efectos más frecuentes y muchas veces ignoran los diversos daños que puede sufrir el cuerpo con el consumo de esta droga", explicó a Infobae Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, profesor de la UBA y director de FundarTox.

La ruptura de células musculares es, prácticamente, el principal problema que sufren tanto los riñones como el hígado ante el consumo de la cocaína.

En los riñones, la cocaína empieza a destruir las celulas músculares (rabdomiolisis) y eso produce que los restos se acumulen y se corra un riesgo serio de que esos órganos se terminasen tapando.

El hígado también puede sufrir un cuadro de la ruptura de células musculares y, al tratarse del único metabolizador que tiene el cuerpo humano, su mal funcionamiento puede desencadenar en insuficiencias de todo tipo en cualquier parte u órgano del cuerpo.

¿Se puede 'borrar' la adicción?

Un estudio científico aún en fase experimental, llevado a cabo entre la Universidad de Bar-Ilan, la Facultad de Medicina Mc Gill de Canadá y financiado por la Autoridad Antidrogas de Israel inauguró un debate inédito: los especialistas creen que una sustancia (única) podría "borrar" la adicción que la cocaína provoca en el cerebro y así se evitarían las recaídas.

El informe plantea una alternativa. "¿Y si hubiera una sustancia que provoca una especie de reinicio del cerebro y la persona adicta ya no sufriera los síntomas de la abstinencia porque borra del cerebro la sensación placentera que le provoca el consumo de esa sustancia?"

Como parte de su investigación, el equipo inyectó un inhibidor de la metilación del ADN, RG108, en ratas para detener los 'antojos' de drogas. Moshe Szyf, profesor en la Facultad de Medicina de McGill y co-autor del estudio, dijo: "Hemos descubierto que la inyección de la droga RG108 justo antes de que los animales fueran expuestos a la señal de luz después de una larga abstinencia, no sólo detuvo la conducta adictiva, sino que también se prolongó durante un período mayor. Esto sugiere que un sólo tratamiento con RG108 podría revertir o tal vez curar la adicción a las drogas".

Sin embargo, no todo parece tan sencillo. El doctor Roberto Rey, médico neurólogo (MN 65626) del Instituto Argentino de Investigación Neurológica (IADIN), apuntó algunas cuestiones sobre la adicción a la cocaína: "No todas las personas que consumieron cocaína desarrollan adicción, sólo algunas lo hacen. A su vez, hay que comprender que la adicción a la cocaína tiene aspectos más psicológicos que estrictamente farmacológicos".

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