Entre las grandes más grandes obras de a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Umberto Eco/a hubo una que logró una popularidad trascendental, no sólo por la polémica de su contenido sino porque además fue llevada al cine. Se trata nada menos que de El nombre de la Rosa, la novela histórica publicada en 1980 y que fue estrenada en la pantalla grande en 1986.
La historia se ambientó en el ambiente religioso del siglo XIV, cuando el fray Guillermo de Bakersville realiza, junto a su pupilo Adso de Melk una serie de investigaciones acerca de varios crímenes sucedidos en una abadía de los apeninos ligures.
A raíz del éxito rotundo de la publicación, la historia fue llevada al cine de la mano del director francés Jean Jacques Annaud gracias a una coproducción entre Francia, Italia y Alemania Occidental. El encargado de interpretar a Guillermo de Bakersville fue nada menos que Sean Connery, mientras que su discípulo Adso fue encarnado por Cristian Slater, que en el momento del rodaje tenía apenas 15 años.
La película tuvo una muy buena recepción de la prensa internacional y acumuló nada menos que 16 premios. Los más destacados fueron el premio César a la mejor película extranjera, según la Academia Francesa y los dos premios del BAFTA británico: a Sean Connery, como mejor actor, y Hasso von Hugo, en el maquillaje.