El escritor y filosofo italiano Umberto Eco solía criticar duramente a las redes sociales, ya que consideraba que éstas le daban espacio a "legiones de idiotas".
El autor de obras famosas como El nombre de la Rosa y El Péndulo de Foucalt sostenía que herramientas como Twitter y Facebook permiten que la opinión de los "necios" tenga la misma relevancia que "la de un premio Nobel".
"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas", comentó el Premio Príncipe de Asturias, en declaraciones tomadas por el diario italiano La Stampa en junio de 2015.
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Esos dichos fueron replicados en medios de todo el mundo, pero tres meses antes, en una entrevista con el diario español ABC, Umberto Eco ya había manifestado que las redes sociales son un instrumento "peligroso" porque no permitían conocer quién está hablando.
Y argumentó: "La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de internet es que ha promocionado al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad".
Respecto a la influencia de internet sobre el trabajo periodístico, opinó: "No estoy seguro de que haya mejorado el periodismo, porque es más fácil encontrar mentiras en internet que en una agencia como Reuters". Y explicó: "En el viejo periodismo, por muy asqueroso que fuese un periódico, había un control. Pero ahora todos los que habitan el planeta, incluyendo los locos y los idiotas, tienen derecho a la palabra pública".
"Hace un tiempo se podía saber la fuente de las noticias: agencia Reuters, Tas..., igual que en los periódicos se puede saber su opción política. Con internet no sabes quién está hablando. Incluso Wikipedia, que está bien controlada. Usted es periodista, yo soy profesor de universidad, y si accedemos a una determinada página web podemos saber que está escrita por un loco, pero un chico no sabe si dice la verdad o si es mentira. Es un problema muy grave, que aún no está solucionado".