Las palabras sacudieron las redacciones de todo el mundo. El a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" papa Francisco/a había hablado por primera vez sobre la campaña electoral de los Estados Unidos y lo había hecho nada menos que para atacar a uno de los precandidatos: Donald Trump. "a href="http://www.infobae.com/2016/02/18/1791063-el-papa-francisco-y-un-duro-mensaje-donald-trump-no-es-cristiano" rel="noopener noreferrer" No es cristiano/a", respondió el Pontífice cuando le consultaron respecto al faraónico proyecto de construcción de un muro en la frontera con México que propone el empresario republicano.
El mensaje causó gran malestar no sólo en Trump, sino también en el Partido Republicano, donde vieron una clara intromisión de un líder espiritual, pero también de un jefe de Estado, en asuntos internos. La reacción fue inmediata. No sólo el magnate del real estate replicó las palabras de Francisco, sino también Ted Cruz, Marco Rubio, el gobernador de Ohio, John Kasich, y Jeb Bush respondieron a la irrupción del Papa en la carrera hacia la Casa Blanca.
Analistas de los Estados Unidos consideran que las palabras de la máxima autoridad católica no sólo fueron dirigidas hacia Trump, sino también hacia los demás candidatos –y hasta partidarios– republicanos que consideran el drama de la inmigración como una amenaza. El punto de la permeabilidad de la frontera entre ambos EEUU y México es de una sensibilidad manifiesta entre los postulantes republicanos. Y el Pontífice no es ajeno a ese sentimiento, que cuenta víctimas de ambos lados del límite entre ambos países.
Una columna escrita por la periodista Elizabeth Dias en la revista Time recuerda la intervención que el papa Francisco realizó en septiembre pasado en el Capitolio en su histórica visita a los Estados Unidos. Allí, el jefe de la Iglesia católica hizo referencia también a cuestiones muy íntimas de la política norteamericana. Si bien fue ovacionado decenas de veces durante su mensaje, entre algunos representantes del Partido Republicano no cayeron bien sus dichos sobre la pena de muerte y el cambio climático. Lo consideraron un intento de intervención en cuestiones domésticas.
En su viaje de vuelta de México al Vaticano, Francisco citó a Aristóteles y se definió así como un "animal político", reconociendo que su sentencia contra Trump podría ser interpretada como una declaración política más que espiritual. Sin embargo, y sin proponérselo, las palabras del Papa le regalarían un nuevo envión a la campaña del precandidato y multimillonario. Según The Washington Post "los comentarios de Francisco ayudaron (a Trump) a redireccionar la campaña hacia la inmigración".
A pesar de sus extravagantes ideas y proyectos, Trump es un experto en comunicación y sabrá sacar ventaja de la acusación hecha sobre su falta de compromiso cristiano. Fue a golpe de efectos y con declaraciones políticamente incorrectas cómo el hombre de Nueva York logró trepar hasta lo más alto de las encuestas del Partido Republicano. Esta vez, tampoco dejará pasar la oportunidad. South Carolina podría ser un escenario clave para determinar el nuevo panorama electoral.
En su columna "El Papa Francisco se une a un coro de líderes mundiales que condenan a Donald Trump", publicada hoy en The Washington Post, los periodistas Jenna Johnson y Philip Rucker citaron a John O'Sullivan, un experto en política papal y vaticana, para cuestionar la falta de timming que tuvo el Pontífice al pronunciar su condena espiritual. "Él tiene un deber general de recordarnos nuestras obligaciones como cristianos, pero pegar (esas obligaciones) a propuestas políticamente partidarias es imprudente", manifestó el académico.
Quizás, sin proponérselo –o sin calcularlo–, los dichos del papa Francisco hayan dado a Trump un último envión en su carrera interna dentro del Partido Republicano. Un paradójico "favor" enunciado por la máxima autoridad cristiana hacia un "no cristiano".