El escrito sobre plan Qunita del juez Claudio Bonadio, quien ayer procesó a una veintena de involucrados, entre ex funcionarios y empresarios, trasluce una inquietante revelación sobre el derrotero de Fasano SRL, la empresa que resultó ser la gran beneficiada con las licitaciones. Esta firma fue adjudicataria de 115 mil kits por un monto superior a los 900 millones de pesos, según informó el año pasado el portal Eliminando Variables.
Fasano SRL se dedicaba exclusivamente a actividades relacionadas a la construcción, y presentó una declaración jurada ante el SIPRO en la que afirmaba, a modo de antecedente, haber sido proveedora de la Municipalidad de La Matanza, cuestión que su intendente desmintió categóricamente.
Oscar Micheli, uno de los socios de Fasano, presentó un escrito ante la Justicia en donde afirmó no ser socio en la actualidad de dicha empresa, ya que había vendido sus acciones a su madre (la empresaria teatral Dora Ruocco). Sin embargo, Micheli figura como tal en los documentos que se adjuntaron, en mayo de 2015, a la oferta de la licitación.
Bonadio tiene probada la participación de Micheli en el proceso licitatorio: fue el mail personal de Micheli el que consignó, al retirar el pliego para la licitación, el ex futbolista Carlos Randazzo y también fue Micheli quien firmó una nota dirigida al Ministerio de Salud informando los cambios que haría Fasano SRL en su producción, luego de retirar la orden de compra, como por ejemplo el cambio de tela en la confección de los artículos textiles.
Las sospechas en torno a las irregularidades de Fasano SRL se acentúan con la comprobación de la Justicia de que Oscar Micheli cruzó, entre el 9 de abril y el 26 de junio de 2015, 18 llamados con Nicolás Kreplak, ex funcionario del Ministerio de Salud y promotor de la compra de los kits Qunita. En el escrito, Micheli sostuvo ante el tribunal que ya no era parte de la empresa, desligándose de Fasano SRL, y que no tuvo facultad alguna para intervenir en el proceso licitatorio.
La defensa de Micheli presentó una copia del instrumento de cesión de las acciones de Fasano SRL a su madre, al que adjuntó un certificado original extendido por la Escribana Lorena Cantatore, titular del Registro Notarial 804 de la CABA, fechado el 9 de mayo de 2014, por el que deja constancia de que al 3 de agosto de 2015 Fasano SRL poseía tres socios que totalizaban el 100% del capital social y son Gustavo Oscar Cilia, Jorge Omar Artazcoz y Dora María Ruocco.
El detalle que dispara las sospechas de falsedad surge al leer en el anverso de la última hoja de dicho documento, en donde hay un sello que dice: "Firma certificada en sello de Actuación notarial N° F010469760, Ciudad de Buenos Aires, 9 de mayo de 2015".
"¿Un error? Ningún error", sostuvo Bonadio, quien creyó que la razón principal de antedatar dicha cesión fue para que Fasano SRL pudiera acceder a la licitación que se presumía ya estaba enteramente digitada. ¿Por qué? Porque el 26 de marzo de 2008 Micheli fue procesado por evasión impositiva y embargado por la suma de siete millones de pesos. Dicha causa fue elevada al Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3, en donde tramita actualmente.
Ese procesamiento implicaba que Micheli no podía ser beneficiario, como persona física o jurídica, de ninguna licitación pública, ya que el Decreto Delegado N° 1023/01 (art. 28) inhabilita para contratar con la Administración Pública a "aquellas personas que se encontraren procesadas por delitos contra la propiedad, o contra la Administración Pública Nacional." Por eso era necesario y urgente quitar a Oscar Micheli de los registros de Fasano SRL, para que así esta empresa pudiera quedarse, como finalmente lo hizo, con el 82% del monto total de la licitación del plan Qunita. "Micheli no podía ser socio de Fasano SRL si dicha sociedad quería acceder a la adjudicación", indicó Bonadio.
El problema es que sí lo era. La defensa de Micheli aportó, entre otros papeles, una copia del Libro de Actas N° 1 de Fasano SRL, que contiene una copia del "Acta de reunión de socios N° 3" fechada el 9 de marzo de 2015, en donde puede leerse: "Siendo las 10:30 horas en la sede social de Fasano SRL, se reúnen los socios que representan el 100% del capital social, los que suscriben al pie, para considerar la memoria y los estados contables correspondientes al ejercicio económico de la sociedad cerrado al 31 de diciembre de 2014, y a su vez para tratar la distribución de resultados". El acta está suscripta al pie por Gustavo Cilia, Jorge Artazcoz y Oscar Micheli. En ningún renglón de dicho documento figura el nombre de Dora Ruocco, sumando así una nueva desprolijidad a la causa, que demuestra el nivel de irregularidad de esta licitación.
Y para confirmar aún más estas irregularidades, se ordenó un allanamiento realizado al Estudio Jurídico del Dr. Norberto Abeledo, quien certificó lo actuado por la escribana Cantatore respecto a esta cesión de acciones. En la pericia informática realizada sobre la computadora de Abeledo se halló un archivo que contenía su primer dictamen profesional que decía ser del 15 de octubre de 2014, el cual figuraba creado el 17 de mayo de 2015 a las 09:18 hs.
Bonadio remitirá lo actuado y del escrito se desprende que se extraerán testimonios a fin de que se investigue el posible delito de acción pública cometido tanto por la escribana Lorena Cantatore como por el Dr. Norberto Abeledo.
Esta causa se perfila como una de las más emblemáticas de la corrupción en la era K. Quizás en el apuro por ser una de las últimas antes de la llegada del nuevo gobierno, están las razones que explican semejantes desprolijidades e irregularidades desde la génesis de esta licitación.