"Tuvimos un Dios aparte los dos, nos salvamos". Con esas palabras, los policías bonaerenses Fernando Pengsawath y Lucrecia Yudati coincidieron en la suerte que tuvieron en aquella madrugada del 31 de diciembre, cuando los hermanos Cristian y Martín Lanatta, y Víctor Schillaci les dispararon en medio de su fuga del penal de General Alvear.
Por primera vez desde aquel terrible episodio que casi les quita la vida, los efectivos compartieron una entrevista radial y dieron detalles de cómo vivieron la balacera producida en el kilometro 100 de la ruta provincial 20, a tres kilómetros de Ranchos.
"Ese día yo me estaba por ir, no puedo hablar del tema porque no me hace bien. Fue horrible, mi compañero y yo nunca nos vamos a olvidar. Estamos contentos de que estén detenidos y se haya hecho justicia", contó Yudati sobre la balacera que sufrió, y que le hirió los pies y las piernas.
En diálogo con radio El Mundo, la mujer, de 33 años, contó que los entonces delincuentes prófugos "venían muy rápido" en una camioneta Ford Ranger y que les hicieron señal con la linterna "para que reduzcan la velocidad". "Cuando empezaron a disparar yo me tiré a una zanja y después vi como tenía los dos pies. Pensé que me podía llegar a morir", relató.
Pengsawat recordó del hecho que se trataba de un control de rutina y que "no pudimos defendernos" por la velocidad en la que ocurrió todo. "Mi compañera estaba a 7 metros mío, yo estaba en medio de la ruta. Me pareció muy raro que bajaran el vidrio de atrás y me encontré con un arma. Yo escuché 'vamos a darles, vamos a darles', y me asusté mucho. Por eso recalculé para atrás", afirmó.
Por el ataque, Yudati tuvo heridas en los pies, uno de ellos muy dañado, mientras que Pengsawath, de 22 años, fue baleado en el abdomen. La que todavía continúa recuperandose es la mujer, quien debe concurrir tres veces a la semana al quirófano para que le limpien las lesiones. Próximamente, le harán un reconstrucción del pie izquierdo porque le falta un "pedacito" en el talón y tobillo.
"Gracias a Dios todo avanza favorablemente. Ahora estoy yendo al gimnasio también. Ya pasaron 46 días de ese lamentable hecho y todavía no puedo caminar ni apoyar los pies, me manejo en silla de ruedas", reveló Yudati.
Ayer, los policías bonaerenses protagonizaron un emotivo reencuentro en el Centro Médico Fitz Roy, ubicado en el barrio de Villa Crespo, donde están realizando los trabajos regenerativos. El momento fue registrado por un amigo de ambos, y subió una foto en la red social Facebook con el mensaje "El reencuentro de los Héroes Rancheros!!!!!!!!".
La imagen da cuenta de cómo los unió el ataque que padecieron de parte de los sicarios condenados por el asesinato de los empresarios Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37), y Leopoldo Bina (35).
"Él estaba en la cama y yo en la silla. Para mí es un hermano, estaba feliz de verlo bien. No podía creer cómo estaba y cómo evolucionó, lo que nos pasó nos unió mucho", contó Yudati. "Me emocioné mucho, me quedé sin palabras. No le quería soltar la mano", secundó Pengsawath.