Allá por 2004, Ryan Reynolds conocía a Deadpool en los cómics, y quedaba literalmente fascinado con el personaje, según el mismo contó en varias oportunidades. Pero el actor canadiense tuvo que esperar 11 años para convencer a la industria cinematográfica con respecto a llevar la historia de Wade Wilson a la pantalla grande. "Estuve tocando puertas y enviando e-mails a los jefes de los estudios, haciéndoles saber que la audiencia tenía apetito por el personaje y que lo iban a amar, pero no me escuchaban", explicaba hace algunos días el canadiense en una entrevista.
Y hoy, a pocos días del estreno del filme en varios países del mundo, hay que decir que la insistencia y la espera de Reynolds rindieron sus frutos. Según publicó Box Office Mojo, la película de 20th Century Fox recaudó, en las 3.558 salas de Estados Unidos en las que se proyectó, unos 135 millones de dólares, y algo más de 125 en el resto de los países en donde ya está en cartelera. De esta manera, la suma total de los ingresos de Deadpool, en sólo un fin de semana, fue de 260 millones de dólares.
Con estas cifras, el largometraje centrado en el irónico, maleducado y violento antihéroe de Marvel logró batir varios récords: el del mejor estreno de febrero y del Día del Presidente, superando en ambos casos a Cincuenta sombras de Grey; el del mejor debut de una película para mayores, dejando atrás a Matrix Recargado; el del mejor estreno de una adaptación de un cómic para mayores, superando a 300; el del mejor debut invernal, arrebatándole el puesto a El Francotirador; y el del mejor estreno de 20th Century Fox, por delante de Star Wars: La Venganza de los Sith.