El portugués Cristiano Ronaldo no es un participante habitual de las ruedas de prensa del Real Madrid. De hecho, no lo hacía desde octubre de 2013. Pero acompañó a Zinedine Zidane en la conferencia previa al partido frente a la Roma de los octavos de final de la Champions League.
No fue un momento agradable para "CR7", quien contestó de mala gana la mayoría de las preguntas de los periodistas españoles. Con un tono altanero y gestos de molestia, el artillero del club blanco terminó enfadado por varias preguntas incómodas.
El primer interrogante que le generó malestar fue sobre el penal indirecto que Messi cedió a Luis Suárez ante el Celta de Vigo. "Voy a ser muy preciso y corto: yo sé por qué Leo ha hecho eso. Y más no te digo, piensa lo que quieras", ironizó el delantero, claramente molesto porque ese gol favorece al uruguayo en la competencia por el Pichichi de la Liga española.
Luego, un periodista le preguntó si le parecía justo que algunos dudaran de su nivel a pesar de sus excelentes cifras goleadoras. En su respuesta, Ronaldo trató de infantil a la prensa: "Es normal. Cuando acostumbras mal a las personas, es como a los hijos. Si les das todo, pasado un tiempo, si no le das algo empieza a llorar. Yo los acostumbre mal. Cuando no hago más goles, ustedes no lloran pero escriben demasiado".
El ambiente se tensionó por completo cuando lo interrogaron sobre el éxito del Barcelona en función de la amistad que mantiene el tándem Messi-Suárez-Neymar, que son más cercanos de lo que él es con Bale y Benzema.
"En Manchester ganamos la Champions y yo no hablaba con Paul Scholes, con Giggs y con Ferdinand. Pero dentro del campo teníamos un equipo estupendo. Yo no tengo que cenar con Benzema, o que Bale venga a mi casa. Lo más importante es ser compañeros dentro del campo. Eso de comiditas fuera, abracitos y besitos, para mí no cuenta para nada", sentenció.
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