El penal ejecutado por Lionel Messi que terminó siendo una asistencia a su compañero Luis Suárez, en la goleada del Barcelona por 6 a 1 al Celta de Vigo, abrió un debate en el mundo del fútbol sobre si se trató de una maravilla o si fue una burla al rival.
Luego de que varias voces autorizadas dieran su opinión y optaran por una de las dos opciones, Johan Cruyff, quien realizó la jugada en 1982 junto a su compañero del Ajax Jesper Olsen, se sumó a la discusión y contó cómo vivió la jugada el último fin de semana.
"El fútbol es para divertirse y Messi está para divertirnos a todos", aseguró el ex delantero de la selección de Holanda y agregó que este tipo de jugadas, al igual que los caños, las rabonas o cualquier tipo de lujo, no se pueden criticar.
El penal de Johan Cruyff en 1982
A su vez, comparó los comentarios de los periodistas de su época con las críticas que han recibido los delanteros del conjunto catalán: "La prensa de la época elogió la jugada, la vio como una genialidad. Y así se ha visto desde entonces, por eso no entiendo que haya polémica con lo que se vio el pasado domingo en el Camp Nou".
El hombre de 68 años, que se encuentra luchando contra un cáncer de pulmón, dialogó con el periódico español Sport y aseguró que ver la acción lo llenó de alegría: "Me puse muy contento, comparto las ideas con los jugadores que se atreven a hacer este tipo de cosas".
Además, durante la entrevista contó cómo fue que preparó la acción: "Nació en un entrenamiento hablando con Jesper Olsen, un zurdo. Los zurdos siempre están dispuestos a este tipo de cosas. Al principio me dijo que estaba loco, pero después se animó y me dijo: 'Vale, lo hacemos'".
El holandés contó que luego de convertir el gol, el réferi del partido dudó en convalidarlo: "El árbitro, después del penalti, me dijo: '¿Qué has hecho? ¿Eso es válido?'. Yo le dije que sí, que el balón siempre fue por delante, que no había fuera de juego. Lo dio por bueno, claro".
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Sin embargo, Cruyff confesó que la jugada la realizó sin haber visto el penal que el belga Rik Coppens había ejecutado en 1957, ya que no tenía forma de enterarse de que esa acción ya había sucedido: "Tenía 10 años y en mi casa no había televisión... Hasta que fui grande, no supimos lo que era este aparato".