Las agencias de seguridad israelíes (Mossad) advirtieron en 2011 al gobierno de su país sobre el plan del grupo libanés chiita Hezbollah de abrir oficinas de operaciones en Cuba con el objetivo de "apoyar ataques terroristas en América Latina". Así se desprende de uno de los correos electrónicos recibidos por la entonces secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, publicados este fin de semana por el Departamento de Estado.
La información le llegó a la actual precandidata a la presidencia de Estados Unidos a través de Sidney Blumenthal, periodista y escritor que se presenta como un hombre cercano a los Clinton y que asegura haber obtenido la información de parte de "fuentes extremadamente sensibles".
Allí sostiene que, pese a que los blancos de Hezbollah "van dirigidos particularmente a intereses diplomáticos y negocios israelíes", los milicianos chiitas "han recibido instrucciones" para identificar "instalaciones de Estados Unidos y Reino Unido, tales como misiones diplomáticas, bancos y negocios en la región".
Blumenthal comentó que para los líderes militares de Hezbollah, estos representaban "objetivos de contingencia que podían ser atacados ante una intervención militar estadounidense o británica en Siria o Irán".
El propio jefe del grupo terrorista, Hassan Nasrallah, encabezó las negociaciones con la Dirección de Inteligencia cubana. Según el mail, se había comprometido a "mantener un perfil muy bajo dentro de Cuba". Y agregó: "Nasrallah también prometió tomar medidas para eliminar huellas de evidencia que pudieran implicar a Cuba, en caso de un ataque de Hezbollah en América Latina".
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