—Hoy te pregunté si venías vos o Estelita porque no lo tenía muy claro y me dijiste que Estelita está ocupada.
—Está con un cliente, porque ella trabaja. No cree en el amor así que el chico con el que está es por plata. Pero bueno, me mandó, yo tenía ganas de verte, ella también supongo pero vine yo.
—¿Cuánto está cobrando?
—Creo que un plato de polenta, sigue con lo mismo de siempre, por el plato de polenta hace lo que quieras.
—Hablando en serio, ¿por qué creés que los famosos la eligen?
—Se me ocurre que es divertido estar con ella, que al famoso le divierte jugar, hablar desde lo lúdico. Porque en un momento era un espacio donde el famoso elegía ir para decir "Bueno, vengo y te vomito esto". Me acuerdo el día que vino la China Suárez... ¿qué había pasado?
—Dijo algo como "Estoy un poco enamorada de Cabré"
—Exactamente. Era un proceso donde Estelita tenía que encontrar el momento, la forma, y también analizar si el famoso tenía ganas de decir lo que ella estaba esperando que diga. A veces estaban hablando de cualquier cosa y de repente el invitado te tiró una y ella se agarraba de ahí y esa semana en la tele se hablaba de eso que había surgido ahí.
—Han pedido los políticos ir a reunirse con Estelita.
—Sí, algunos. Lo que primaba era el "me voy a divertir" y después pasaba esto de "¿para qué habré ido?". También Estelita tiene esta cosa de pseudo-diva, ella se cree que es una diva, y la impunidad de la diva que puede preguntar cualquier cosa. Yo no puedo preguntar cualquier cosa. Vos tampoco, pero viste que Mirtha estás comiendo y te tira: "¿Vos te drogás, querido?" y te la tiró y es Mirtha, cómo no le vas a contestar.
—Pero sin ser Estelita, como Jay a Gabriela Michetti por ejemplo le preguntaste si mantiene su posición respecto a cómo votó el matrimonio igualitario y ella te dijo: "No, bueno, puede ser que haya quedado viejo". Hay algo de eso que continuó en vos.
—Sí, descubrí que la radio me dio esas ganas de jugar al periodista. Verme en ese lugar a mí me gusta también, poder hablar en serio.
—¿Y cómo nació Estelita?
—Nació haciendo radio por internet, fue una de las primeras cosas que hice para aproximarme al juego de la composición de los personajes, y un poco con los teléfonos de los famosos que me iban dando para joderlos, muchos por suerte se han olvidado. Estaba Susana y Estelita la llamó, ahí nació como un escudo, yo decía "¿Cómo hablo con Susana? ¿Qué le digo? Me va a cortar". Y Estelita tenía una amistad telefónica con Susana que era tremenda.
—¿Eso estaba producido o la llamabas y la sacabas al aire sin filtro?
—Sin filtro al aire, y para 15 personas del otro lado. Al tiempo nos cruzamos en la tapa de los personajes de Gente y me dice "Vos sos Estelita, hijo de puta, te voy a matar".
—Ella pensaba que estaba hablando con una mujer.
—Creo que Susana la veía sola a Estelita, le daba un poco de cariño telefónico. Otra era cuando llamaba a Gerardo (Sofovich) pidiendole laburo. El entretenimiento era ver cuánto dura Estelita hablando con Gerardo por teléfono, y Gerardo termina diciéndole "Venite a mi oficina que te tomo un casting", supongo que él iba por la vida así, viendo, cazando gente y me impresionó eso. Me acuerdo que Anamá Ferreyra, que es de las pocas que venía a los espectáculo, porque nadie sabía a dónde iba, me decía: "Dale, ponete una peluca y vamos". Yo dije: "Hasta acá llega mi locura, no puedo ir de Estelita a hacer un cásting con Gerardo, es una locura".
—Ahora tiene vida propia. Te he escuchado decir "Yo no soy Estelita". Ella tiene una forma de pensar, una forma de ir por la vida, tiene independencia absoluta de vos.
—El otro día Estelita fue a Mar del Plata y pasó por la puerta del Costa Galana y la poncharon en lo de Mirtha, y Mirtha la saludó, la gente le grita a ella, Juana Repetto me decía: "Vos instalaste esto, pelotudo, ¿Qué te asombras?" Es una cosa esquizoide. Yo hay famosos que no conocía y que Estelita sí, entonces yo me presento, pero de verdad te juro que me pasa eso, siento que tiene vida propia de verdad.
—Vos me dirías "Yo con Arnaldo André no estuve nunca, estuvo Estelita"
—Exactamente, yo no lo conozco a Arnaldo André. No me hago el loco, y es con el único personaje de los que hago con el que me pasa eso.
—Y cuando vos estás solo en tu casa o con tus amigos, ¿aparecen los personajes o no?
—No, no.
—O sea, no tienen tanta vida propia.
—Es que la tienen pero no viven conmigo.
—¿Nunca te ha pasado a la hora de la intimidad que te pidan que venga Estelita?
—No, me parece que no. Digo "me parece" porque me puedo olvidar de las cosas, fumo crayones (risas). Pero no, no me han pedido. No creo que tengamos hasta el mismo gusto con ella.
— Pero si te la piden ¿aparece o no?
— Depende, si vos me decías "¿Le podés decir que venga?" yo la traigo. Si me la piden para la intimidad, llamala.
—¿Estás en pareja ahora?
—No.
—¿La fama amplió el espectro amoroso?
—No sé si el amoroso, sí el carnal, pero igual yo creo que la tele hace lindo a cualquiera, el ejemplo está acá. Creo que el espectro del amor siempre es el mismo y es limitado a que te pase algo intenso con otra persona, lo otro es diversión.
—¿Te estás divirtiendo?
—Sí, pero no todo lo que me gustaría porque de verdad la respuesta típica que escuchaba de "la libido la tengo puesta en el trabajo" es real.
—¿Te sentiste discriminado alguna vez?
—No me sentí discriminado, fui discriminado. Pero de todo se aprende y de todo uno se hace fuerte. Por suerte no es lo mismo hoy que hace 20 o 30 años. Hay un montón de aspectos por los que uno puede sentirse discriminado, pero yo veo el gay de la generación 50-60 años, que de repente no salió del placard todavía, y que no se le puede exigir a esa persona que lo haga y angustia. Te dice: "Bueno, pero yo estoy bien asi". No, no podes estar bien asi.
—Me decía la semana pasada acá Franco Torchia que más allá de todos los derechos que se ganaron en los últimos años, lo enoja el político que no se hace cargo de su sexualidad. Contaba que en algunos casos contratan novias. ¿Te enoja en algo quien no asume su sexualidad o cada uno hace su vida y te da lo mismo?
—A mí no me enoja, me da pena que alguien no pueda vivir con plenitud quién es. Sí me enoja, y ahí coincido con Franco, pero me parece que excede al mundo de la política, el tipo que es público y que necesita inventar que tiene una novia, porque me parece que ahí sí tenemos una responsabilidad de embajadores. Igual me parece horrible tratar de sacar a la fuerza a alguien del placard porque es un proceso tan personal y tan difícil.
—¿Sería algo como: "Si vos querés no hablar del tema, no hables, pero no salgas a mostrar otra cosa"?
—No inventes, no por la historia personal de esa persona, sino por lo que podés generarle al otro que está mirando: "Ah, ¿yo soy gay? Entonces ¿qué tengo que hacer? ¿Tengo que mentirle a los demás, tengo que inventarme una vida? ¿Tengo que decirles que me gustan las minas?". Porque es lo que nos pasó a todos en la vida. Yo llegué al medio una vez que me amigué conmigo, por eso tardé tanto, porque no iba a poder, y ahí es donde también aplaudo a quien no pudo asumirse y está en los medios, porque debe ser re jodido. Desembarqué tarde, pero desembarque ya amigado conmigo.
—¿Qué excesos te permitís?
—Me permito laburar mucho. El año pasado el apéndice me dijo: "Hola, acá hay una apendicitis". Viste que dicen que la apendicitis es eso, como que te explota y en ese momento estaba laburando mucho. Ese es el exceso.
—Dejaste de fumar también a partir de eso.
—Si, fue extraño, porque me sacaron el apéndice y me moría por fumar, me quería ir al pasillo de la clínica y le tomé asco al cigarrillo.
—¿Podés estar sin dormir, tomando y demás, o sos mucho más tranquilo?
—¿Tomando qué, alcohol?
—Alcohol.
—Sí, pero tengo 39 años. ¿Viste las resacas? Antes eran de una tarde y hoy son 2 o 3 días, y no se puede.
—¿Por qué se instaló que fuiste monaguillo?
—No sé, tiene más marketing. Fui catequista, tocaba el órgano de la misa, cantaba, y componía cantos de misa, y me acuerdo que una de las canciones fue autorizada por Bergoglio. Era un papel que decía "Se puede cantar esta canción en misa" y estaba firmado por Bergoglio. Una vez, en una de las mudanzas, antes de que sea Papa, viste que estás "Tiro, guardo, tiro, guardo", y lo tiré. Esto hoy en Deremate.com ¿a cuánto estaría?
—¿Cómo te cae este Papa?
—Creo que es el mejor Papa que la Iglesia puede tener, pero yo no pertenezco a la Iglesia, ergo, mucho de su discurso no comulga conmigo y viceversa. Hay gente que está esperando que el Papa diga "Aguante los gays", y hay gente que cree escuchar que dijo eso No, no lo dijo, y no lo va a decir. Lo de tomarse el subte me parece que es una postal, pero sí refleja un poco su manera austera y su cosa en el llano. Claro, lo comparás con Ratzinger o con Quarrachino, que nos había a los gays a vivir a una cápsula, a otro planeta. Y esto me parece que este Papa no se lo permite, y eso está bueno.
Agradecimiento: ?Romina Sala, Peinado y Maquillaje. TW: @RSimagensocial