Luego de su arribo el viernes por la noche, en el que fue recibido por miles de personas en el aeropuerto, y decenas de miles en las calles de la Ciudad de México, el papa Francisco comenzó con su gira por el segundo país del mundo con mayor cantidad de católicos.
"Cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo", destacó el papa Francisco en su discurso al presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
"A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz", recalcó.
En su 12° viaje desde que es líder del Vaticano, sexto país en América Latina, el Sumo Pontífice tendrá como objetivo primordial llevar un mensaje de paz a una sociedad que se ve envuelta en una difícil situación con el crimen organizado del narcotráfico y los altos índices de pobreza.
Tras su viaje a Cuba y el encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Cirilo I, el Sumo Pontífice escribió en su cuenta de Twitter, desde la Nunciatura de la Ciudad de México, lugar en el hace base, un mensaje para el pueblo que permanecía en las inmediaciones del lugar: "Queridos hermanos mexicanos, están en mi corazón, nos encomendamos juntos a la Guadalupana, que no deje de mirarnos con ternura".
Durante la noche, el líder de la Iglesia Católica se dirigió fuera de donde se aloja para rezar con los cientos de fieles que se apostaron en la puerta del lugar para poder verlo.
En lo que respecta al comienzo oficial de su gira, Francisco participó de una ceremonia de bienvenida en el Palacio Nacional y realizó una visita de cortesía al presidente de México, Enrique Peña Nieto, en la que fue recibido con honores de jefe de Estado.
Antes de arribar al Palacio Nacional, el Sumo Pontífice recorrió un largo camino a bordo del papamóvil. Allí recibió el cariño de miles de mexicanos en las calles.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, comenzó su discurso al Papa agradeciendo la visita del Sumo Pontífice: "Como jefe de Estado, el gobierno de México reconoce con honores su investidura. Le damos la más cálida y fraternal bienvenida", destacó.
Y agregó: "Su visita trasciende el encuentro entre dos estados. Se trata de un encuentro de un pueblo con su fe. México lo quiere a Francisco por su bondad, sencillez y calidez. Francisco usted tiene un lugar en el corazón de millones de mexicanos. Su pontificado ha llegado en un momento importante y complejo para el mundo".
"La humanidad enfrenta grandes cambios. Podemos alimentar a todo el planeta pero millones de personas aún padecen y mueren de hambre. Los nuevos desafíos deben motivarnos a la acción, al compromiso colectivo, al compromiso de todos a favor de una nueva sociedad. Todos estamos llamados a edificar un mundo mejor trabajando en unión y sintonía", pidió.
"Las causas del Papa son también las causas de México", dijo Peña Nieto
También resaltó el diálogo que propone permanentemente Francisco al decir: "La palabra clave es diálogo, diálogo entre dirigentes, con el pueblo y entre todo el pueblo. Estoy seguro de que su peregrinidad por México será histórica".
"Las causas del Papa son también las causas de México. Sepa que millones de mexicanos están listos para recibir sus palabras de paz, caridad y esperanza. En México usted será testigo de la fe, testigo de una nación de jóvenes que hace frente a sus desafíos", resaltó el mandatario.
"Se encontrará con un pueblo generoso y hospitalario. No tengo dudas de que el paso de su Santidad dejará una huella en los mexicanos y los mexicanos dejarán una huella en el corazón de Francisco", concluyó.
Por su parte, el papa Francisco apuntó: "Es motivo de alegría poder pisar esta tierra mexicana que ocupa un lugar especial en las Américas".
"Vengo como hijo que quiere venir a rendir homenaje a su madre, la Virgen de Guadalupe, y dejarse mirar por ella. Quiero rendirle homenaje a este pueblo y a esta tierra tan rica en cultura, historia y diversidad", resaltó.
"El camino del privilegio fomenta la corrupción y el narcotráfico", resaltó el Papa
El Sumo Pontífice también habló del narcotráfico: "La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo".
Y agregó: "A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz".
"Señor presidente gracias por recibirme hoy en su tierra. México es un gran país, bendecido con recursos naturales. La principal riqueza de México son sus jóvenes", comentó.
"México puede contar con la colaboración de la Iglesia Católica. Me dispongo a recorrer este hermoso y gran país como misionero y peregrino. Y quiero renovar con ustedes la experiencia de misericordia", concluyó.
En horas del mediodía local, el Sumo Pontífice se reunirá con los obispos en la Catedral de México.
Por último, en horas de la tarde, brindará una misa en la Basílica de Guadalupe, la patrona del país.
El domingo, el líder de la Iglesia Católica visitará el populoso municipio de Ecatapec, en el vecino Estado de México, donde se espera una de las mayores concentraciones de fieles.
El lunes viajará al sureño estado de Chiapas, uno de los sectores más pobres del país, donde visitará Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, en un recorrido en el que seguramente el Sumo Pontífice se referirá a las condiciones de vida de la población y a la migración.
El martes estará en Morelia, capital del estado occidental de Michoacán, uno de los más azotados por el crimen organizado donde Los Caballeros Templarios, un grupo al servicio del cártel de Sinaloa, es culpable de homicidios, narcotráfico, lavado de dinero, y tráfico de armas. Allí Francisco celebrará una misa dirigida a religiosos y asistirá al habitual encuentro con los jóvenes.
Por último, el miércoles viajará a Ciudad Juárez, en el estado norteño de Chihuahua, donde se reunirá con presos de una cárcel, conocerá el mundo del trabajo en la zona y realizará una simbólica misa en el borde de la frontera con Estados Unidos por donde miles de migrantes cruzan clandestinamente cada año y donde se espera que estén padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
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