La continuidad de a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Rodolfo Arruabarrena/a en Boca pende de un hilo. La goleada ante San Lorenzo en la Supercopa Argentina caló hondo en la interna del club y generó un movimiento brusco en las oficinas de la dirigencia. Daniel Angelici le concedió una nueva oportunidad para remontar la crisis en la que cayó el Xeneize cuando arrancó el 2016.
El presidente de Boca le hizo saber al Vasco que una parte de la dirigencia considera que su ciclo al frente del equipo está terminado. Las eliminaciones ante River en la Copa Sudamericana y la Copa Libertadores son una herida que tiene nombre y apellido para algunos dirigentes. Arruabarrena logró pasar la peor tormenta y hoy está haciendo equilibrio sobre una cuerda floja.
El próximo domingo Boca enfrentará a Atlético Tucumán en la Bombonera. El partido forma parte de la segunda fecha del torneo corto y la continuidad del entrenador de uno de los equipos más grandes del país estará presente en los 90 minutos que se disputen. Su futuro será lo más importante de un encuentro que cargará con el mote de decisivo para el trabajo del entrenador.
Un empate o una derrota podrían ser el motivo del adiós. Internamente los jugadores respaldaron a Arruabarrena después del duro golpe que sufrió el equipo en Córdoba. Pero el respaldo de los futbolistas parece no alcanzar para que el técnico siga comandando el grupo sin problemas. Los resultados mandan y un nuevo traspié podría complicar el futuro del Vasco en el club.
Hace seis partidos que Boca no logra un triunfo. Perdió los cuatro encuentros que jugó en el torneo de verano. Cayó ante River, en dos oportunidades, Racing y Estudiantes. En la primera fecha del campeonato empató con Temperley y el miércoles perdió con San Lorenzo. El único encuentro que ganó en el 2016 fue ante el Emelec, cuando se adjudicó la copa "Cruce de los Andes".
El equipo no logra salir a flote en el inicio del año y ha tenido un nivel muy bajo en los encuentros que disputó. Carlos Tevez, figura del plantel, reconoció que no está jugando bien y fue autocrítico en cada derrota que le tocó protagonizar. El resto de sus compañeros no desentonaron con el nivel del Apache. Hasta el momento, Boca no pudo ser el equipo que logró resultados y se quedó con dos títulos en el final del 2015.
El duelo entre el conjunto de La Ribera y el equipo tucumano será el partido bisagra. El resultado final podrá modificar la vida de Boca en los próximos días. Guillermo Barros Schelotto, el técnico que Angelici siempre quiso tener en el club desde la salida de Julio Falcioni, está sin trabajo, después de desvincularse del Palermo de Italia, y aparece como la primera opción si el Vasco no logra remontar el momento que atraviesa el equipo.
Boca afrontará tres partidos en una semana. El domingo jugará con Atlético Tucumán como local, el miércoles visitará a San Martín de San Juan y el sábado recibirá a Newell's por la cuarta fecha del campeonato. El camino del Xeneize se presenta como una carrera de obstáculos para Arruabarrena, un entrenador que necesita triunfos para seguir teniendo uno de los buzos de DT más codiciados del país.