"Si tanto tú como tu abuelo utilizan Gmail para intercambiar mensajes, sus conexiones están cifradas y autenticadas. Eso significa que no habrá ojos curiosos leyendo los mensajes de correo electrónico mientras éstos viajan a través de la web, y puedes estar seguro de que el mensaje de tu abuelo escrito con una fuente tamaño 48 es realmente de él".
Google definió en esos términos la actualidad en cuanto a seguridad de su servicio, que desde ahora sumará una nueva capa para que el usuario pueda conocer qué sucede cuando una cuenta de Gmail interactúa con la de otro proveedor de correo.
"Presentamos cambios en Gmail para que la gente sepa que un mensaje recibido no fue cifrado o que el dominio del remitente no pudo ser autenticado", explicó Google, y detalló que avisará "si estás redactando un mensaje a un destinatario cuyo servicio de correo electrónico no tiene soporte para el cifrado TLS", es decir, si mantiene fuera de "ojos" curiosos los mensajes.
La encriptación con seguridad de la capa de transporte (TLS, por sus siglas en inglés) protege los mensajes de las miradas indiscretas durante el envío. Es un protocolo de encriptación para enviar correos de forma segura, tanto para el tráfico entrante como saliente. Ayuda a prevenir el espionaje entre servidores de correo electrónico y mantiene la privacidad de los mensajes mientras viajan de un proveedor de correo a otro.
En caso de enviar un mensaje a un servicio que no admite el cifrado TLS, el usuario verá una advertencia en la pantalla. "También verás el ícono del candado abierto si recibes un mensaje de una fuente no cifrada", agregó.
En tanto, si el destinatario de un mensaje no pudo ser autenticado, en lugar de la foto de perfil, en ese espacio el usuario verá un signo de interrogación.