La "enemistad" entre los amantes de perros o gatos es histórica. Cada uno tiene sus razones y las defiende como si fuesen un dogma. Por carácter transitivo, este pseudo conflicto podría llevarse también a los mismo dueños, ¿hay algún factor de inteligencia en la preferencia por uno u otro?
Esa pelea podría llegar a su fin, ya que un estudio realizado por la Universidad de Carroll, en Wisconsin, Estados Unidos, con 600 estudiantes analizó las características personales de cada uno.
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