La DEA encabezó una operación internacional que desmanteló el esquema de tráfico de drogas y financiamiento de ataques terrorista. En el operativo cayeron militantes de la organización terrorista que proporcionaban "ingresos y armas que luego fueron utilizados en ataques terroristas devastadores en el mundo", informó Jack Riley, de la agencia antidrogas estadounidense.
Siete países, entre ellos Francia, Alemania, Italia y Bélgica, han participado en la operación, que terminó con el arresto de cuatro personas. La investigación comenzó el pasado mes de febrero y, según la DEA, podrían haber más detenciones en los próximos días.
La red terrorista trabajaba con cárteles de la droga de América del Sur para facilitar el movimiento de millones de dólares en cocaína a Estados Unidos y Europa, según el comunicado de la DEA.
La agencia estadounidense sostiene que el grupo de utilizó el producto de estas ventas de droga para comprar armas para las actividades de Hezbollah en Siria. De hecho, el grupo terrorista ha enviado miles de combatientes para reforzar al régimen sirio del presidente Bashar al Assad.
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Hezbollah también recibe armas y apoyo financiero de Irán, pero –según el experto– una combinación de factores ha aumentado la dependencia del grupo terrorista a los ingresos de la actividad criminal.
El vocero de la DEA, Rusty Payne, confirmó que la red terrorista estaba lavando el dinero de la droga a través de la adquisición y venta de coches de alta gama.
La semana pasada, el Tesoro de los EEUU anunció una serie de sanciones dirigidas a la red de apoyo financiero de Hezbollah.
Hezbollah, el grupo político y militar chiita islamista respaldado por Siria e Irán, que ejerce un poder considerable en el Líbano, es considerado por los Estados Unidos una organización terrorista.