El secreto de los 15 minutos diarios del "hombre más feliz del mundo"

Apodado así por neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin, el monje budista tibetano Matthieu Ricard explicó por qué los pensamientos altruistas hacen más felices a las personas en sólo un cuarto de hora

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Con unos pocos minutos al día, se puede ser mucho más feliz en la vida. Al menos esa es la premisa del monje budista tibetano Matthieu Ricard, de 69 años, quien fue señalado por la Universidad de Wisconsin como "el hombre más feliz del mundo."

El apodo proviene de un estudio científico al que se sometió Ricard por un período de 12 años y que estuvo dirigido por el neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, Richard Davidson.

El experto, conectó a la cabeza de Ricard 256 sensores y encontró que cuando el monje meditaba en la compasión, su mente estaba inusualmente clara.

"Los escáneres mostraron que al meditar en la compasión, el cerebro de Ricard produjo un nivel de ondas gamma -vinculadas a la conciencia, la atención, el aprendizaje y la memoria- nunca antes reportado en la literatura de la neurociencia", dijo Davidson.

También los escáneres mostraron una actividad excesiva en la corteza prefrontal izquierda del cerebro en comparación con su contraparte de la derecha, lo que permite sorprendentemente una gran capacidad para la felicidad y una menor propensión hacia la negatividad".

Ricard -que a veces medita el día entero sin aburrirse- admitió que es una persona generalmente feliz, a pesar de que siente que su título es algo exagerado. A continuación, develó a Business Insider sus consejos para ser feliz.

Deja de pensar "yo, yo, yo"

Para Ricard, la respuesta se reduce en altruismo. La razón es porque pensar en uno mismo, y cómo hacer mejor las cosas por uno mismo todo el tiempo, es agotador, estresante, y en última instancia conduce a la infelicidad.

"No se trata de un terreno moral", explicó Ricard. "Es simplemente que 'yo, yo, yo' todo el día es muy agotador. Y es miserable".

Para ser feliz, Ricard dijo que hay que esforzarse para ser "buena persona", que no sólo hará que se sientan mejor, sino que también hará que otros también se sientan bien.

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Sin embargo, advirtió: "Eso no quiere decir que se permita que otras personas se aprovechen de uno, sino esforzarse en ser amables dentro de lo razonable".

Cuando la mente está llena de buenos pensamientos -pasión y solidaridad entre otros- es un estado muy saludable de la mente "propicio para el florecimiento". "Así que se estará en un estado mental mucho mejor. El cuerpo será más saludable y la gente va a percibirlo como algo bueno".

Si bien todo suena muy bien en teoría, el gran desafío será llevarlo a la práctica. ¿Cómo puede una persona convertirse en altruista y benévola sin caer en pensamientos egoístas?

"Hay que empezar a entrenar la mente como si se fuera a correr una maratón"

Ricard consideró que todo el mundo tiene la capacidad de tener una mente más clara, porque hay un potencial para la bondad en cada ser humano.

Pero al igual que un corredor de maratón necesita mucho entrenamiento para correr kilómetros y kilómetros, las personas que quieren ser más felices necesitan entrenar sus mentes. La forma perfecta para Ricard es la meditación.

"Con el entrenamiento mental, siempre podemos traer nuestro nivel de felicidad", explicó el monje. "Es como correr. Si entreno, yo podría correr una maratón. Quizás no llegaría a ser un campeón olímpico, pero hay una gran diferencia entre quienes entrenan y quienes no. Así que ¿por qué no aplicarlo a la mente? Pensar que la benevolencia, la atención, el equilibrio emocional y la resiliencia son habilidades que pueden ser entrenados todas juntas, es pensar que la felicidad es una habilidad también para poner en forma".

El entrenamiento

Según el especialista, pasar 15 minutos seguidos por día teniendo pensamientos felices

Sugirió comenzar por pensamientos felices durante 10 a 15 minutos por día, dijo Ricard. Normalmente cuando se experimentan sentimientos de felicidad y amor, es fugaz, luego algo sucede, y así, se pasa al siguiente pensamiento.

Por eso Ricard dijo que habrá que concentrarse en no dejar que la mente se distraiga para mantenerla centrada en las emociones positivas.

Con esta fórmula, en tan sólo dos semanas, Ricard aseguró que las personas podrán sentir resultados mentales positivos. Y si incluso, se mantiene esta práctica durante cincuenta años como hizo el experto, podrán convertirse en profesionales de la felicidad también.

Sus teorías fueron respaldadas por distintos neurocientíficos que avalan que "20 minutos de meditación diaria pueden hacer que la gente sea mucho más feliz".


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