La gira de cuatro días del presidente iraní a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" Hasan Rohani/a culminó el jueves con algunos éxitos económicos y fuertes críticas internacionales por la situación interna del país persa en materia de derechos humanos y libertades civiles y democráticas.
Sin embargo, todo indica que para el presidente del país chiíta la gira ha dejado un saldo positivo que probablemente se refleje en las próximas elecciones legislativas del 26 de febrero, en las que el reformista buscará refrendar su mandato.
Después de casi una década de sanciones económicas y financieras, su levantamiento tras el acuerdo nuclear firmado con el Grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania), representa para Irán la oportunidad de recuperar el añorado lugar de potencia regional.
Las gestiones de Rohani para conseguirlo fueron en primera instancia lo que lo llevaron al poder en 2013, tras 30 años de aislamiento internacional y, actualmente, a aumentar su popularidad, contra la voluntad y las intenciones del líder Supremo, Alí Khamanei, que debió finalmente y a disgusto aceptar lo acordado con Occidente.
Una gira con el foco en los negocios
La visita de Rohani -que incluyó reuniones con mandatarios, religiosos y empresarios-, estuvo marcada por las expectativas en torno a nuevas posibilidades económicas. No hubo, en efecto, grandes acuerdos políticos de nivel y sí en cambio se registraron cuestionamientos y protestas contra el régimen teocrático.
Únicamente durante su visita al Vaticano el papa Francisco exhortó al líder iraní a jugar un rol en la región para "impedir la propagación del terrorismo", además de colaborar con el control del tráfico de armas
Francisco exhortó al líder iraní a "jugar un rol en la región para impedir la propagación del terrorismo"
La comitiva que acompañó a Rohani, además de algunos ministros, estuvo compuesta de casi un centenar de empresarios iraníes, quienes a su vez compartieron varios encuentros con sus pares europeos. Italia y Francia eran los países con mayores vínculos comerciales hasta 2006, cuando la Unión Europea aplicó sanciones económicas por primera vez.
En Italia, Rohani asistió a un foro de negocios en la que presentó a Irán como la base ideal para las empresas que buscan un punto de apoyo en una región de 300 millones de personas, al tiempo que buscó tranquilizar a los posibles inversores asegurando que sus contratos serían honrados. Al concluir su visita, el presidente iraní y su delegación firmaron quince acuerdos por un total de entre 15.000 a 17.000 millones de euros (entre 16.300 y 18.500 millones de dólares) con los sectores de infraestructura, telecomunicaciones e hidrocarburos.
Según lo trascendido a la prensa, Irán firmó acuerdos con empresas italianas como la petrolera Saipem, la acerera Daniele y Ansaldo Energía; además un acuerdo con el grupo Ferrovie dello Stato (FdS) para prestar asistencia técnica en el proyecto de la línea de alta velocidad Tehran-Qom-Isfahan, que cuenta con cerca de 400 kilómetros. También se firmó un acuerdo de colaboración entre el puerto italiano Trieste y la empresa iraní Iran Shipping Lines.
Durante su paso por Francia, fue confirmado a su vez uno de los rumores sobre un pacto con la europea Airbus, por el que Irán comprará 118 aviones por un valor de 25.000 millones de dólares, con el objetivo de modernizar su vieja flota aérea. "El cielo se ha aclarado para los pasajeros iraníes", dijo el responsable de la compañía.
Además, el grupo PSA Peugeot-Citroën anunció oficialmente su regreso a Irán a través de un acuerdo con la empresa Iran Khodro, que podría significar hasta 440 millones de dólares en cinco años, según un comunicado del grupo, cuyo objetivo es fabricar 200.000 automóviles anuales con utilización exclusiva de piezas locales.
Uno de los encuentros más importantes fue el que Rohani mantuvo con el presidente del gigante petrolero Total, quien anunció que comprarán entre 150 y 200 barriles diarios de crudo iraní. Sanofi, SNCF, Bouygues, Aeropuertos de París, Vinci y Suez, entre otras, también anunciaron acuerdos. La cooperación técnica y la construcción de nuevas infraestructuras están en el centro de los pactos.
Persiste la desconfianza
Un instructivo repartido por la Reserva Federal a los bancos indica que se puede trabajar con el país persa siempre y cuando se eviten ciertas entidades e individuos que siguen en la mira de los organismos internacionales por vínculos con grupos terroristas.
"Nadie quiere ser el primero en dar el paso"
Algunas empresas temen por su parte que un incumplimiento o un incidente diplomático puedan sabotear el pacto y llevar al restablecimiento de sanciones. "Nadie quiere ser el primero en dar el paso", explicó un inversor británico durante una conferencia sobre petróleo celebrada en Teherán en noviembre pasado.
Críticas y protestas
Durante su parada en París, después de visitar Roma y el Vaticano, a href="http://www.infobae.com/2016/01/28/1786117-una-mujer-se-colgo-un-puente-protestar-contra-la-visita-rohani-paris" rel="noopener noreferrer" Rohani fue blanco de una particular manifestación de las activistas de Femen/a, que se desnudaron y simularon un ahorcamiento. Según Amnistía Internacional, Irán posee uno de los índices de ejecuciones más altos del mundo, y el más alto de menores de edad.
A diferencia de lo que hizo el gobierno italiano, en París fue suspendido un almuerzo entre los mandatarios en el Palacio del Elíseo por la disposición de la ley islámica que llama a no servir vino. El presidente François Hollande esquivó así las críticas que días antes le hicieron a su par Matteo Renzi, que había ordenado cubrir las estatuas desnudas y evitar el alcohol para no incomodar a su visita persa.
Hollande fue incluso más allá, cuando en la conferencia de prensa después de celebrar el deshielo diplomático advirtió que le preocupaban las violaciones a los derechos humanos en Irán. "Los países occidentales no deben aceptar el un doble rasero en la cuestión de los derechos humanos", disparó el francés.