La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó este viernes que si bien confía en que Brasil ganará la guerra contra el Aedes aegypti, mosquito transmisor del virus del zika, por el momento su país está "perdiendo la lucha".
Para llegar a esa conclusión, coincidió con su ministro de Salud, Marcelo Castro, quien generó mucha inquietud al declarar que el país está "perdiendo la guerra contra el Aedes aegypti".
"Pero vamos a ganar esta guerra. Vamos a demostrar que el pueblo brasileño es capaz de ganar esta guerra", dijo la mandataria tras reunirse con varios de sus ministros en el centro que coordina desde Brasilia las acciones de combate al dengue, chicungunya y zika, todas enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.
El virus del zika es sospechoso de estar detrás de un brote inusitado de microcefalia en Brasil, que investiga más de 3.400 casos probables de esta enfermedad congénita irreversible, que acarrea dificultades en el desarrollo intelectual.
No existe vacuna ni tratamiento para el zika, que provoca síntomas más leves que el dengue, con malestar, fiebre y a veces ronchas en la piel. Por ello, el combate a la enfermedad debe enfocarse en la erradicación de su vector.
Recientemente, el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, dijo que el país está "perdiendo la guerra contra el Aedes aegypti".
Rousseff indicó de qué forma debían interpretarse esas declaraciones: "Mientras (el mosquito) se reproduzca, todos estamos perdiendo la batalla", reconoció. Y agregó: "Tenemos que movilizarnos para ganarla, no vamos a ganarla si nos quedamos de brazos cruzados", exhortó.
Brasil, que en seis meses recibe los Juegos Olímpicos, convocó para el 13 de febrero un día de movilización nacional contra el Aedes aegypti.
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