El fin de las sanciones internacionales contra Irán desplomó los precios del crudo a mínimos de 12 años y puso en el horizonte un barril a menos de 20 dólares, pero para algunos productores ese deteriorado nivel ya es una penosa realidad.
Tal es el caso, entre otros, de Venezuela, uno de los países con más reservas del mundo. Golpeado por el impacto iraní, el petróleo venezolano (crudo pesado de Venezuela Tia Juana) cerró debajo de los 17 dólares por barril.
Este grupo desafortunado vende parte de las cargas de petróleo físico a precios cercanos a los 10 dólares el barril, debido a una abundancia del crudo de menor calidad que producen y a una base de consumo que favorece al petróleo liviano de mayor nivel proveniente de otros mercados.
Los productores de petróleo en México, Venezuela, Canadá e Irak esperan aún más problemas en el futuro cercano mientras Irán –ahora libre de sanciones– se prepara para inundar el mercado de exportación con suministros de crudo pesado.
Algunas cargas de petróleo pesado mexicano están operando a menos de 13 dólares por barril y el ritmo bajista en los barriles de crudo más difícil de refinar parece intensificarse.
Esto podría actuar como una presión adicional en los futuros referenciales del Brent y el petróleo estadounidense o WTI, que se han desplomado alrededor de un 20% desde comienzo del año, a precios por debajo de los 29 dólares por barril.
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