El Estado Islámico secuestró a al menos 400 civiles, entre ellos mujeres y niños, tras un asalto a la ciudad de Deir Ezzor en el este de Siria, donde el sábado perpetró una matanza, informó el domingo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El director de la ONG con sede en Reino Unido, Rami Abdel Rahman, indicó que el grupo yihadista, que el sábado mató entre 135 y 280 personas, secuestró a los civiles en Al Baghaliyeh, un suburbio cercano a Deir Ezzor, y en otros sectores, y que se los llevó a regiones bajo su control.
Muchos de los secuestrados son familiares de efectivos de las fuerzas del régimen del dictador Bashar al Assad.
Entre las personas secuestradas, todas ellas de confesión sunita como los miembros del ISIS, "figuran mujeres, niños y familias, así como combatientes prorrégimen", dijo Rahman.
Fueron llevadas a zonas controladas por los yihadistas en la misma provincia de Deir Ezzor, así como a la provincia vecina de Raqqa, según el director del OSDH.
El sábado, el ISIS lanzó una gran ofensiva contra la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia homónima, tomando bajo su control Al Baghaliyeh, donde mataron al menos a 85 civiles y 50 combatientes prorrégimen, la mayoría mediante ejecuciones.
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La agencia de prensa oficial siria Sana, que cita a varios habitantes, denunció una "masacre" y dio cuenta de "300 civiles muertos".
El Estado Islámico proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde conquistó zonas del norte y el centro de ambos Estados.
Al mes siguiente, avanzó por la provincia de Deir Ezzor, fronteriza con el territorio iraquí, donde se hizo con casi su dominio total. Esta semana se cumplió un año del cerco impuesto por los radicales a los barrios en manos del régimen.