Caroline Atkinson, ex economista de la Casa Blanca, es el nombre que eligió Google para dirigir las relaciones de la empresa de tecnología con los gobiernos de todo el mundo. La intención de la compañía es adoptar una postura menos confrontativa en sus relaciones.
El nombramiento de Atkinson, quien se desempeñará como jefa de la política global de la mayor empresa de internet del mundo, pretende distender las tensiones generadas a partir del crecimiento de la influencia de Google en el negocio, su penetración en la intimidad de los usuarios y otros temas que provocaron controversia.
De este modo, la designación marca un claro cambio de rumbo para Google y un alejamiento de otras grandes compañías de internet.
En los últimos tiempos hubo una fuerte reacción en contra de las empresas de tecnología de Estados Unidos en Europa y surgieron nuevas tensiones en Washington por su negativa a debilitar las normas de cifrado, cuyos críticos sostienen que ayudan a redes terroristas como las del Estado Islámico.
Las tensiones cobraron mayor temperatura el año pasado cuando Google sufrió un duro revés en Bruselas al ser acusado por la Comisión Europea (CE) por abuso de posición dominante para favorecer sus propios productos en las búsquedas de internet.
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