La incertidumbre económica y una propuesta que para muchos argentinos resultó muy tentadora, como es el hecho de tomar vacaciones en Brasil con precios muy accesibles, generaron un duro efecto para el habitual paisaje de verano.
Mucha gente eligió pasar las fiestas junto al mar pero, una vez finalizado el primer fin de semana del año, emprendió el regreso a sus hogares y casi todos los destinos preferidos para las vacaciones de los argentinos quedaron menos poblados con relación a las temporadas anteriores.
El presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata,
confirmó que en realidad
Donzini explicó que "los turistas son muy fluctuantes, se está dando el caso de que la gran mayoría viene por cinco o siete días".
Así las playas a medio poblar, las calles sin embotellamientos y la posibilidad de ingresar a cenar sin hacer cola incluso en los habitualmente colmados restaurantes del Puerto, resultan un claro muestreo de la decadencia en cuanto a la afluencia de turistas.
Sobre los alquileres se informó que durante los meses de octubre y diciembre, después de conocerse el resultado de las elecciones, los propietarios solicitaron valores desmedidos por las viviendas, lo que redujo el número de reservas y provocó que algunos decidieran esperar el momento del viaje para negociar el precio del alquiler y que muchos otros optaran por ir directamente a las playas de Brasil.