Los "trucos ocultos" de Marilyn Monroe

Marilyn Monroe falleció el 5 de agosto de 1962. Sólo tenía 36 años, pero nunca murió. Su imagen, símbolo de la belleza perfecta, perdura en la actualidad aunque hayan transcurrido más de 50 años de su partida. La actriz nacida en Los Ángeles es y será un ícono de estilo que ha inspirado –e inspira– a miles de mujeres en todo el mundo. Muchas celebrities aún intentan llevar consigo lo mejor de ella: una mirada seductora, labios inconfundibles y un cuidado especial en los detalles que relucen la belleza femenina.

Marcó un estilo que sigue vigente: simple y sexy al mismo tiempo. Con sus increíbles curvas y su sólida presencia, se convirtió en la imagen a la que los rótulos no le alcanzan. Parte de la historia rica del cine, ícono de la moda y diva total, llegó a declarar que "una sonrisa es el mejor maquillaje que puede usar una mujer".

Marilyn tenía una serie de pasos adquiridos desde chica que llevó a lo largo de su vida, buscando ser y permanecer. "La imperfección es belleza, la locura es genialidad y es mejor ser absolutamente ridículo que absolutamente aburrido", dijo en su plenitud. Ese glamour que irradiaba por los poros de su piel formaba parte de una personalidad irresistible, hoy imitada por cientos de celebrities que quieren ser como Marilyn Monroe.

Ante la cámara, la piel de la actriz tenía un brillo inigualable que conseguía utilizando vaselina y productos del dermatólogo Erno Lazlo, como su bálsamo botánico reparador 'Phormula 3-9' o su hidratante 'Active Phelityl Cream'. El famoso 'Elizabeth Arden Eight Hour Cream' estaba entre sus básicos, al igual que las cremas hormonales.

El responsable fue Allan "Whitey" Snyder, también maquillador de Katherine Hepburn o Doris Day. Para añadir profundidad, utilizaba lo que Monroe llamaba "el ojo de Greta Garbo", es decir, difuminar sombra blanca por el párpado móvil. Un efecto húmedo sobre sus párpados (Marilyn creía muy sexy) y quizá el agregado de una gota de aceite. La estrella también era una defensora de las pestañas postizas.

La clave una de las bocas más deseadas de Hollywood estaba en las capas. Synder podía llegar a utilizar hasta cinco tonos diferentes para los labios, del más oscuro en los bordes al más claro en el centro. Primero se creaba la forma de los labios con el delineador más oscuro. Después, se rellenaba el resto de labios con otro delineador más claro. El siguiente paso era utilizar el rojo más vivo para ayudar a difuminar, pero sin llegar a las líneas más oscuras, para no restar profundidad al labio. Se aplicaba iluminador en el centro para dar más sensación de volumen y se remataba con un toque de bálsamo labial transparente.

Marilyn llevó siempre consigo ese mantra y desde sus primeros años como modelo, tiñó su pelo color castaño de rubio platino. El tono que utilizó ella misma lo denominó "blanco funda de almohada".

A pesar de haber estado casada con el gran jugador de béisbol, Joe DiMaggio, nunca estuvo interesada por la actividad física y los deportes. Sólo pasaba diez minutos al día, en su habitación, haciendo ejercicios con pequeñas pesas para mantener firmes los músculos.

La estrella dormía entre 5 y 10 horas cada noche, en una cama individual extra grande, con un único y pesado cubre cama para cubrirla tanto en verano como en invierno. Marilyn conocía los beneficios de dormir desnuda: "Jamás he llevado pijamas o esos repulsivos camisones, interrumpen mi sueño", confesó en ese entonces.

La estrella de Hollywood, en una entrevista a Pageant, reveló sus curiosos hábitos alimenticios. Lo primero que hacía antes de ducharse era desayunar una pastilla multivitamínica acompañada de dos huevos crudos que mezclaba en una taza con leche tibia. Por aquel entonces, al menos en Estados Unidos, se creía que los huevos mantenían más proteínas crudos que cocinados. Para cenar, ella misma iba al mercado y compraba un filete de ternera, cordero o algo de hígado y se lo hacía en el horno eléctrico de su habitación. De acompañamiento, "cuatro o cinco zanahorias crudas", de las que "nunca se aburría".