El 2016 se inició con la aparición de diversos factores económicos de riesgo para sostener el crecimiento, al profundizarse las señales negativas provenientes del cierre del año anterior, cuyas principales amenazas, según los analistas de agencias de noticias internacionales, son:
Aterrizaje brutal de a href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" China/a. El derrumbe bursátil chino hace temer un aterrizaje brutal de una economía que fue uno de los principales motores del crecimiento mundial en los últimos diez años. "El crecimiento de la vieja economía industrial china es casi cercano a cero. Ya está en situación de hard landing" (aterrizaje forzoso), dijo a AFP Olivier Garnier, jefe economista en la Société générale, aunque opinó que el sector de los servicios sostiene aún a la economía del gigante asiático.
No sólo se ven afectados los mercados bursátiles. También sufren las economías de los socios comerciales de China. En los Estados Unidos, por ejemplo, "los mercados anticipan los efectos de la ralentización china en la actividad económica estadounidense, pues la brutal caída de la riqueza financiera es un riesgo que pesa sobre el consumo de las familias", explicó Xavier Ragot, presidente del OFCE (Observatorio Francés de Coyunturas Económicas).
No sólo se ven afectados los mercados bursátiles sino también los socios comerciales de China
Caída de precios de las materias primas. China ha sido en la última década la locomotora económica para los países emergentes gracias a su fuerte demanda de materias primas. Pero los precios de éstas empezaron a caer a partir de 2014 a medida que el gigante asiático mostraba síntomas de ralentización en su actividad industrial. Y algunos emergentes, como Brasil, se hallan atrapados entre una baja de ingresos y la suba de los tipos de interés en los Estados Unidos, que propicia una salida de capitales.
Hundimiento del petróleo. La ralentización económica china, que reduce su demanda energética, también contribuye a la caída del precio del petróleo. Ante el brutal derrumbe de las cotizaciones, los países productores ven aumentar su déficit público. "Para mantener la paz social y los gastos en armamento, esos países no pueden reducir sus gastos públicos. Es una fuente de riesgo", observó Garnier.
Crisis deflacionista. La caída del precio del petróleo genera a su vez un riesgo deflacionista en los países importadores. "Los precios de las materias primas caen, la actividad cae. Hay un riesgo deflacionista muy fuerte", destaca por su lado Ragot.
La caída de precios de las materias primas podría llevar a casos de deflación
La deuda. Algunos expertos aluden al riesgo de una burbuja en los mercados de obligaciones. Con los bajos tipos de interés en Europa y los Estados Unidos, el dinero ha acudido en masa a los países emergentes, que ofrecen mejores rendimientos. Pero debido a las nuevas incertidumbres en los emergentes y la subida de las tasas en Estados Unidos, estos capitales abandonan los países con economía en desarrollo, dificultando las condiciones de financiación de éstos. La falta de confianza en los emergentes puede disparar su 'prima de riesgo' en el mercado de obligaciones y agravar su deuda pública, añadió el experto.
Por último, la proliferación de tensiones geopolíticas es una amenaza para la economía mundial. La ruptura de relaciones entre Irán y Arabia Saudita o el ensayo de bomba de hidrógeno por Corea del Norte "son factores de incertidumbre", se lamenta Ragot. "Hay un riesgo y un impacto negativo en las inversiones", constata.