Ferreira fue la clave para que se detengan a los tres hombres más buscados del país. Fue su rehén durante horas, fue víctima de su locura y brutalidad y fue, más tarde, quien avisó a las fuerzas de seguridad de su ubicación.
"Los reconocí", contó esta tarde a la prensa desde la ciudad santafesina de Cayastá, cerca de la zona rural donde los recibió durante la madrugada. Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci le robaron, lo ataron y se llevaron su camioneta, que dejarían abandonada más tarde cuando quedó encajada.
Según contó el productor ganadero, los prófugos estaban lastimados, vestían uniformes similares a los de la gendarmería y portaban armas. ¿Cuántas? "Las que vos quieras", respondió al periodista que le hizo la pregunta.
"Estaban desesperados por irse", narró. Y dijo que entre ellos hubo una discusión sobre si lo llevaban a él en el escape.
La suerte de Ferreira pudo haber sido peor incluso que la de convertirse en un rehén móvil de los sicarios del triple crimen. "El gordito me quería matar", indicó en referencia a quien podría ser Schillaci. Fue Martín Lanatta quien lo impidió: "Dijo 'no lo maten'. Me perdonó la vida. Gracias a él estoy vivo", añadió.
Una vez que sus captores se fueron con su vehículo, el hombre consiguió huir. "Me escapé como pude", dijo. Entonces dio aviso a las autoridades. Esta tarde declaró ante la Justicia. Aún no sabe dónde está la camioneta.
Martín Lanatta, que se había fugado hace 13 días de la cárcel de General Alvear, fue capturado en las últimas horas en Santa Fe. Hoy será trasladado al juzgado federal del juez Sergio Torres.