"El Bolt EV es realmente el primer vehículo eléctrico que consigue romper los retos de la larga distancia y del precio accesible", aseguró la presidenta de GM, Mary Barra, al presentar el vehículo en la feria de productos electrónicos de consumo masivo CES 2016 en Las Vegas.
El Bolt tiene una autonomía de 320 kilómetros con una batería a plena carga y un costo de USD 30.000 en los EEUU.
En comparación, el Modelo S del icónico productor de autos eléctricos de lujo Tesla, cuesta al menos el doble e incluso el triple en su versión más completa.
Barra dijo que el Bolt es un "automóvil verdaderamente divertido de manejar" y tiene además capacidades que le permiten, por ejemplo, sincronizarse automáticamente con el teléfono de su propietario a través de los sistemas Apple CarPlay y Android Auto de Google, que incluyen funciones de cartografía, verificación del nivel de carga de la batería e incluso regular previamente la temperatura del habitáculo.
Igualmente, tiene el espejo retrovisor del conductor conectado a una cámara trasera, que permite ver sin los obstáculos que crean –por ejemplo– las cabezas de los pasajeros en las sillas traseras.
"Es simple, es innovador y hace más fácil conducir", señaló la presidenta de GM.
Los autos brillan en la CES
Faraday Future es el nombre que se repite dentro del centro de exposiciones donde se desarrolla el Consumer Electronics Show y todo tiene relación con el FFZERO1, un concept car de auto eléctrico con 1.000 caballos de potencia en una carrocería que recuerda al Batimóvil.
Como en años anteriores, CES atrajo a varios fabricantes de automóviles (Audi, BMW, Fiat Chrysler, General Motors, Ford, Hyundai, Mercedes, Toyota y Volkswagen) y más de un centenar de empresas tecnológicas que trabajan en el área del motor.
Así, Ford dio a conocer una alianza con el gigante del comercio electrónico Amazon para controlar las luces de casa, el termostato y otros objetos desde el coche y adelantó que triplicará hasta 30 su flota de vehículos autónomos.
Volkswagen, por su parte, presentó una reedición de su Combi, pero en versión eléctrica e inteligente.
BMW, mientras tanto, exhibió en la feria el sistema sin espejo retrovisor de su coche eléctrico i8, que despliega en un panel imágenes de tres cámaras que eliminan los puntos muertos y permiten al conductor tener una visión más amplia de su entorno.
La cita en Las Vegas llega en medio de grandes cambios en la industria automovilística global, que busca alternativas a los combustibles fósiles, persigue automóviles conectados a la web y explora formas para que los coches eléctricos ofrezcan servicios sin conductor.