Junio de 2013, Texas, EEUU. Ethan Couch (18) manejaba su camioneta de alta gama a 110 kilómetros por hora por una calle concurrida, donde el límite era de 65: atropelló y mató a cuatro personas y lesionó a nueve más, entre ellas una quedó caudripléjica.
Los análisis de sangre revelaron que había consumido un famoso sedante y que, además, los había mezclado con alcohol. De hecho, los exámenes demostraron que tenía un porcentaje tres veces superior al permitido por la ley. Hasta allí, otro caso de irresponsabilidad juvenil, con drogas y el alcohol de por medio.
Pero el adolescente no tuvo una condena ejemplar, como se esperaba. Apenas 10 años de prisión, pero con arresto domiciliario y libertad bajo palabra. ¿Las razones? Algunos apuntan a que el joven Couch pertenece a una de las familias más acaudaladas del sur de EEUU y otros a que su abogado, Scott Brown, logró convencer al jurado y al juez de que padecía un nuevo polémico trastorno: aflluenza, una enfermedad social que solo tienen los niños ricos.
Sin embargo, Couch no sintió que la condena fuese justa y a fines de 2015 eligió salir de su mansión para escapar hacia México, junto a su madre, donde luego de cinco días de intensa búsqueda lograron encontrarlo en los suburbios de Puerto Vallarta.
¿Qué es la "affluenza"?
El neologismo deriva de la unión de influenza (gripe, en inglés) con affluent (acaudalado o rico) y fue utilizado por primera vez por la psicóloga Jessie O´Neill, en el libro El Ghetto dorado: la psicología de la afluencia (1998)
"La gripe de los ricos" o "la enfermedad de los ricos" no está reconocida como diagnóstico médico por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, ni de ninguna parte del mundo, y su utilización durante el juicio provocó duras críticas tanto de especialistas médicos, como de psiquiatras y familiares.
¿Cuáles son los síntomas?
Este supuesto desorden "de clase" tiene como principal característica por la ausencia de valores, empatía o culpa. Según los abogados de Couch, el joven fue víctima de su propio status quo, donde tuvo una educación sin respeto y donde la vida del otro no tiene valor.
El origen sería el seno familiar y la falta de límites, donde sus padres los consintieron y malcriaron sin inculcarle jamás el sentido de la responsabilidad de sus actos.
"Una persona que padece ese trastorno se cree con derechos y desdeña las necesidades ajenas. Pero la ley estadounidense no admite el narcisismo como defensa", explicó el doctor Jeffrey Metzner, psiquiatra forense y profesor en la Universidad de Colorado en Denver.
Brown, abogado de Couch, sostuvo durante su argumentación que el adolescente se había contagiado "la enfermedad" de sus padres y que "no tenía capacidad para tener una noción clara de la gravedad de sus actos".
Para mantener en pie su teoría, Brown hizo desfilar por el juzgado a un sinfín de testigos cercanos a la familia, quienes aseguraron que el menor "tenía un estilo de vida acomodado", donde no existían consecuencias y que gozaba de "libertades".