La realidad virtual no representa ninguna novedad en sí misma, pero nuevos usos aplicados a dispositivos móviles prometen darle nueva vida a una tecnología que, sin duda, revolucionará lucrativas industrias como la de los videojuegos y el cine.
Según análisis de mercado, se espera que la base de dispositivos de realidad virtual instalada a nivel mundial llegue a los 70 millones de unidades para fines de 2017. Diversas aplicaciones que van más allá del terreno de los videojuegos, como la medicina, arqueología, la creación artística, el entrenamiento militar y las simulaciones de vuelo, le aseguran un futuro promisorio a una tecnología que se volverá cada vez "más real".
Los cascos o gafas de realidad virtual crean entornos en tres dimensiones con los que los usuarios pueden interactuar y explorar, pero a pesar de la gran expectativa que generan, todavía queda un largo camino para que se conviertan en algo masivo.
Expertos predicen que 2016 será el año que la realidad virtual finalmente pegue el gran salto. Hoy día menos del 1% de las PC a nivel mundial son lo suficientemente poderosas para poder procesar realidad virtual y sólo 13 millones de equipos están listos en la actualidad. Se espera que en 2020 este número crezca a 100 millones y se estima que unos 7 millones de cascos de realidad virtual estén en uso para fines de 2016.
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