El gobierno nacional decidió reducir la plantilla de empleados del senado de la Nación, mediante un decreto anunciado ayer por Gabriela Michetti: los afectados son 2035 trabajadores que ya comenzaron a recibir los anuncios de que serán cesanteados.
La vicepresidente de la Nación argumentó la medida con estadísticas: "Los nombramientos de Amado Boudou eran una bomba, en 10 meses del año pasado aumentó la planta en 146% y la masa salarial en 40%".
La reacción de los gremios no se hizo esperar: Claudio Brito, de ATE Congreso, señaló que desde ayer están "en estado de alerta y movilización", mientras que Norberto di Próspero, titular de la Asociación del Personal Legislativo (APL), advirtió que no se van a quedar de brazos cruzados y lamentó el anuncio oficial.
"Es una medida aberrante, no están echando ñoquis sino gente que va a trabajar todos los días", señaló el referente sindical. "No pueden comprobar que no trabajan, porque para demostrarlo tienen que hacer una auditoría, pero acá primero sacaron el decreto y después armaron la comisión para investigar...", se quejó en declaraciones a Radio Del Plata.
"Michetti antes de asumir usó como caballito de batalla, no sé para quién, si para la corporación mediática, que en el senado había 2.000 ñoquis y que había gente que no trabajaba. Ella cuando dice eso debería tener nombre y apellido de los que no trabajan y denunciarlo", reclamó el líder de APL.
Para Di Próspero, los argumentos de la administración nacional están cargados de hipocresía: "Yo creo que es una política de Estado que ya la vivimos en la Argentina; la quieren dibujar como que hay ñoquis, para justificar que van a echar trabajadores para achicar la planta".
El sindicalista exigió que se evalúe también el trabajo que realiza el personal que tienen los senadores, pero se adelantó a decir que eso no sucederá porque "a los legisladores los necesitan políticamente".
Finalmente, Di Próspero se mostró más tranquilo ante la consulta sobre la posibilidad de que también se anuncien despidos en Diputados: "Con el presidente de esa Cámara (Emilio Monzó) ya consensuamos que primero se va a hacer una auditoría; si hay gente que figura como que trabaja pero no se la encuentra, se le mandará el telegrama". "Eso había que haber hecho en el senado, pero prefirieron mandar primero los telegramas y luego investigar", completó