Era uno de los anuncios televisivos más esperados. No se trataba de un aviso publicitario de alguna multinacional norteamericana, sino del primer spot de campaña del candidato más disruptivo de la carrera por llegar a la Casa Blanca: Donald Trump. Y se titula "Otra vez grande". Se refiere, como ha pregonado en casi todos sus actos proselitistas, a los Estados Unidos.
El mensaje comienza con una foto del presidente Barack Obama y de su potencial sucesora demócrata en las elecciones generales, Hillary Clinton. Luego, un barco de guerra de los Estados Unidos lanza un ataque con misiles crucero. En un montaje explosivo, la cámara se mueve rápidamente: aparecen los terroristas del reciente ataque en California contra un centro médico en San Bernardino que dejó 14 muertos. Más adelante, figuras sombreadas cruzan masivamente a través de la frontera desde México a los Estados Unidos. Los yihadistas del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) también tienen su lugar en los 30 segundos que dura el spot.
"Él (Donald Trump) va a cortar la cabeza de ISIS y va a tomar su petróleo", promete el mensaje
El magnate, quien invertirá dos millones de dólares semanales en sus anuncios de campaña televisivos en los primeros tres estados donde se vota en las primarias –Iowa, New Hampshire y Carolina del Sur–, decidió juntar a todos los grupos que él considera malos para su país. En ese plan, un dislate: pone en el mismo nivel a adversarios políticos, inmigrantes y terroristas.
El narrador, un hombre de voz profunda, habla ominosamente: "Es por eso que Trump está pidiendo un cierre temporal de la entrada de los musulmanes en los Estados Unidos, hasta que podamos averiguar lo que está pasando. Él va a cortar rápidamente la cabeza de ISIS y va a tomar su petróleo. Y detendrá la inmigración ilegal mediante la construcción de un muro en nuestra frontera sur, un muro que México pagará".
El spot, con un llamado visceral a los votantes, se cierra con la imagen de un Trump estridente arengando en uno de sus mítines políticos: "¡Vamos a hacer grande a los Estados Unidos de nuevo!".
En una entrevista de Trump con The Washington Post, el multimillonario contó que están en producción entre seis y ocho avisos, lo que consideró una "compra importante que continuará durante meses".
El magnate espera así impresionar a los votantes indecisos acerca de que el país se ha convertido en un "basural". "El mundo se está riendo de nosotros, de nuestra estupidez", señaló. "Esto tiene que parar. Tenemos que ser más rápidos e inteligentes o, de lo contrario, no vamos a tener un país", agregó.
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Trump ha llegado a la cima de un campo republicano caótico según la mayoría de las encuestas, en buena parte porque él encarna el rechazo de los votantes a la clase política profesional.
Hasta esta semana, la publicidad pagada por el precandidato se había limitado a los espacios en las radios. En noviembre, por ejemplo, pagó USD 300.000 para cuatro anuncios. En ellos prometía "bombardear a la mierda de ISIS".