Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) nació en el año 2010, en la previa del Mundial de Fútbol de Sudáfrica. El encargado de organizar a esta agrupación de barrabravas de distintos equipos fue el dirigente kirchnerista Marcelo Mallo y, en un principio, el jefe de la hinchada de Independiente, Pablo "Bebote" Álvarez, se erigió como líder.
En el año de su nacimiento, los integrantes HUA viajaron a la cita mundialista y fueron seguidos de cerca por las autoridades locales. Muchos de ellos protagonizaron desmanes, algunos incluso fueron detenidos y deportados.
Entre los integrantes de la agrupación había barras de clubes como Chacarita, Platense, Gimnasia de la Plata y El Porvenir.
Aunque funcionarios del entonces gobierno nacional y el propio Mallo siempre negaron los vínculos entre el Estado y HUA, nunca quedó clara la fuente de financiamiento de los viajes que realizaron los barras.
Mallo, que hoy fue apresado en el marco de la investigación por la fuga de los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, siempre se encargó de asegurar que la agrupación de barras tenía como objetivo, paradójicamente, "que no haya violencia en el fútbol".
Un mes antes del comienzo del Mundial de Brasil 2014, los miembros de HUA convocaron a una conferencia de prensa y, junto a su abogada, Débora Hambo, anunciaron la disolución de la agrupación.
Las internas terminaron por quebrar a la organización creada por Mallo. Sus integrantes decidieron poner punto final a la alianza creada cuatro años antes en medio de denuncias hacia la AFA por negarse a entregarles entradas para los partidos de la Copa del Mundo. Sostuvieron que la entidad de la calle Viamonte decidió entregar esos tickets "a los barras de los clubes grandes", dejándolos afuera del arreglo.