"Los invito a rezar por las víctimas de los desastres que en los últimos días han afectado Estados Unidos, Gran Bretaña y América del Sur, especialmente Paraguay, y que han provocado muertes, muchos desplazados y cuantiosos daños", dijo el líder de la Iglesia Católica al término de la última audiencia general del 2015 a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
En ese sentido, el papa Francisco pidió que "el Señor dé consuelo a esas poblaciones y que la solidaridad fraterna les ayude en sus necesidades".
Las palabras del Sumo Pontífice se deben a las difíciles situaciones que atraviesan más de 150.000 personas en cuatro países de Sudamérica, del centro y sur de Estados Unidos, y del norte de Gran Bretaña.
En lo referente a Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, las crecidas de los ríos han afectado a cientos de miles de personas que tuvieron que abandonar sus hogares.
Hasta la fecha hay unos 100.000 evacuados en Asunción, principalmente en los vecindarios de la capital ubicados en sus márgenes fluviales.
La cifra de desplazados en Uruguay se elevó a casi 22.000 personas a causa de las inundaciones que afectan a cuatro departamentos del litoral oeste del país.
Mientras que en Argentina, tres personas han muerto y más de 20.000 han sido evacuadas, con principal hincapié en la ciudad entrerriana de Concordia.
En el norte de Inglaterra unas 6.700 viviendas se inundaron luego que el nivel de los ríos alcanzó máximos históricos. Además, en Irlanda del Norte y en la República de Irlanda, las carreteras se inundaron y muchas personas tuvieron que ser evacuadas en botes. El sur de Escocia también se vio afectado.
En Estados Unidos las fuertes lluvias e inundaciones han dejado 22 muertos y ha obligado a las autoridades a desalojar las poblaciones cercanas a la cuenca del río Misisipi ante el peligro de que algunos diques colapsen.
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