Los ROE constituían una "barrera a las exportaciones de productos agrícolas. De esta manera se cumplió otra de las promesas que Mauricio Macri había hecho en la campaña a los productores: que eliminaría el cepo a los embarques de granos, que creó la administración anterior con la excusa de defender la mesa de los argentinos y terminó siendo fuente de coimas y multimillonarias transferencias de ingresos a los operadores más concentrados", destaca Matías Longoni en Clarín.
La Resolución, que reimplanta con algunas modificaciones el viejo régimen establecido por Ley 21.453/76, fue firmada por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, de Producción, Francisco Cabrera, y de Agroindustria, Ricardo Buryaile. Este resultó ser el gran ganador, ya que a partir de ahora su cartera recuperará las funciones que le arrebató años atrás el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
"A la luz de la experiencia, resulta necesario remover todas aquellas condiciones que atenten contra la transparencia, sencillez, apertura y razonabilidad del proceso de registro, así como eliminar aquellos requisitos que directa o indirectamente impongan barreras o trabas para la exportación de productos agrícolas", explicó la resolución.
Se levantó una barrera para el comercio exterior de granos y oleaginosas
"Un aspecto relevante de la nueva normativa es que se recrea el papel de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE). Se trata de una declaración a los fines tributarios y de control, obligatoria al momento de concretar una venta de granos. Pero es un trámite automático, que no dependerá como los ROE de la discrecionalidad de un funcionario", explica Longoni.
Fracasada medida proteccionista del mercado interno
Los ROE habían sido establecidos mediante Resolución 543, dictada en mayo de 2008 por la ex Oncca, en momentos en que la comandaba Ricardo Echegaray y en pleno conflicto con el campo por la Resolución 125. Esa normativa fue la que activó un cepo absolutamente discrecional, que permitió negocios muy oscuros y además funcionó como mecanismo para transferir millones de los productores de esos cereales a los exportadores y molinos.
Para mediados de enero, Agroindustria prometió establecer nuevos regímenes para liberar también lácteos y carne.
Queda pendiente la liberación del mercado de lácteos y carnes
Los retoques hechos al viejo régimen de DJVE tienen que ver con los plazos con que contarán los exportadores hasta la concreción de los embarques. Históricamente era de un año y ahora se redujo a 180 días. Preventivamente, hasta que se recupere la cosecha, con el trigo se estableció un plazo máximo de 45 días, que permitirá monitorear el mercado para evitar faltantes para el consumo doméstico.
Lo que no se modificó del esquema de los ROE es la obligación de anticipar el pago de retenciones impuesta por el kirchnerismo. El tributo sigue vigente para la soja y sus derivados.