El veredicto del Tribunal Oral Federal 2 en el juicio por la Tragedia de Once puso de relieve el modo en que se manejaron los ferrocarriles desde la privatización de los 90 y su continuidad en el kirchnerismo.
Por eso no sólo fueron condenados los dueños de la empresa Trenes de Buenos Aires, el actor privado que manejaba la explotación ferroviaria, de la línea Sarmiento, sino también dos funcionarios públicos de alto rango.
Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte de la Nación desde 2009 hasta días después de la Tragedia de Once, fue condenado a ocho años de prisión.
Su antecesor en el cargo, Ricardo Jaime, quien se había ido de la función pública en medio de uno de sus tantos escándalos de corrupción fue condenado a seis años de prisión. Lo condenaron a cinco años por la Tragedia de Once pero como le sumaron las penas por otros dos casos de corrupción por los que ya fue condenado la cifra llegó a seis.
Los condenaron por el delito de administración fraudulenta y estrago culposo. Es decir que no hicieron lo que debían como funcionarios públicos: controlar que los millonarios fondos que se aportaron para que el tren Sarmiento funcionara bien y garantizara la seguridad de los pasajeros.Por eso el tren de la Tragedia de Once que era modelo 1962 seguía funcionando como si nada. Lo ataban con alambre y salía a llevar miles de pasajeros apiñados que iban y volvían de Once al Oeste del Conurbano.
Y las empresas ferroviarias se favorecían con los contratos de reparación de los trenes viejos, tan vetustos que en otros países del mundo estaban arrumbados.Por eso los condenaron, porque a pesar de las reiteradas advertencias -por eso fueron sobreseidos Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro que manejaban la Comisión Nacional de Regulación del Transporte- para que se hiciera algo con la empresa que incumplía con el contrato, no hicieron. No hicieron ni los secretarios de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner ni el jefe directo de ambos: el ministro de Planificación Julio De Vido. Por eso el Tribunal que condenó a Jaime y a Schiavi pidió que De Vido sea investigado también como responsable de la Tragedia de Once. Será el juez Claudio Bonadio quien investigó la Tragedia de Once como juez de instrucción desde aquel 22 de febrero de 2012, quien debe determinar si De Vido es responsable de la administración fraudulenta.
También fue condenado el motorman Marcos Córdoba. Lo culpan de haber hecho mal su trabajo. Es cierto, la justicia determinó que fue responsable, pero también que manejaba un tren obsoleto, con fallas de funcionamiento producto de la corrupción que unía a empresarios y funcionarios.Ninguno de los condenados irá preso. Por lo menos hasta que el fallo quede firme. Pero fueron condenados por corrupción. Un caso de corrupción seguida de muerte. Y de enorme dolor.