A medida que el precio del petróleo se fue desplomando, la economía rusa dependiente del crudo se fue diezmando. Lo propio les ocurrió a otros productores ante la decisión de Arabia Saudita, líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de incrementar su producción de barriles de crudo diarios.
Al ser los mayores productores, los sauditas tienen una enorme influencia sobre la OPEP. Y, si bien el petróleo barato tampoco es bueno para ellos, Arabia Saudita tiene más dinero y crudo más barato que los rusos. De esa manera, el dolor de los sauditas es agonía para los rusos.
Algunos aseguran que el objetivo a largo plazo del reino saudita es mantener bajos los precios para, de esa forma, dejar fuera de mercado a los productores de petróleo no convencional o de esquisto.
Esta posición se dio luego de que países como Rusia y Estados Unidos, entre otros, se negaran a cooperar con la OPEP para mantener los precios altos. A partir de entonces, Arabia Saudita impulsó un precio de crudo sumamente barato, a precios competitivos, que atenta directamente contra productores menores.
Ambrose Evans-Pritchard de The Telegraph señaló que los sauditas "están tratando de forzar a Rusia en la OPEP", según consigna Business Insider.
Desde el Kremlin manejan la misma hipótesis. Creen que el objetivo de la política saudita es empujar a Rusia a la mesa de negociaciones, obligándolo a unirse a la OPEP y así conformar un "súper cártel" que controle la mitad de la producción mundial de crudo.
Otro foco de atención de la política petrolera de Arabia Saudita es lo que ocurre en los campos de esquisto de Estados Unidos. Tanto para los sauditas como para los rusos sería conveniente que los norteamericanos salieran del negocio. Eso dejaría el creciente mercado chino abierto a Rusia para ampliar su cuota de mercado allí.
En ese contexto, la teoría del Kremlin es que Riad quiere a Rusia para restringir los suministros únicamente porque eso frenaría el ingreso de los rusos a China, dejando el mercado del gigante asiático para los sauditas.
El petróleo comenzó el año cercano a los 55 dólares y hoy, a días de terminar el 2015, está más cerca de los 35 dólares.