La "pesada" herencia que dejó Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires es aún mayor de la que se esperaba. Tras asumir en el cargo, la gobernadora María Eugenia Vidal identificó un déficit de 15.000 millones de pesos, que luego recalculó a 20.000 millones. "Recibimos una provincia quebrada", definió entonces. Ahora, se sabe que habían más muertos en el placard. El equipo gubernamental calculó que hay otros $54.000 millones de deuda no documentada y que la gestión macrista deberá resolver con un mayor endeudamiento.
El "rojo" en cuestión es denominado en la jerga financiera como "esqueleto fiscal". Se trata de emisiones de deudas por gastos del pasado que no fueron registrados en su momento. Según estimaron desde la gobernación bonaerense, este legado ascendería a más de la mitad de la nueva deuda provincial, que suma un total de $98.000 millones y deberá pasar la próxima semana el filtro de la Legislatura provincial.
¿Cómo justificarán los legisladores de Vidal este colosal pedido de financiamiento? La asistencia, que es cuadriplica al monto solicitado este año, se distribuirá de la siguiente manera: $15.000 millones para cubrir el déficit fiscal proyectado 2016, $15.000 millones de vencimientos de deuda para el año próximo, $10.000 millones para hacer uso de la caja (pagos de salarios), $54.000 millones de 'esqueletos fiscales', y US$ 600 millones extras, informó el diario Clarín.
La definición tendrá lugar el martes. Será la primera vez que se ponga a prueba el marco de alianzas construido por el macrismo en la provincia de Buenos Aires. Vidal confía en que los legisladores de Sergio Massa, del radicalismo, y de Margarita Stolbizer acompañen la aprobación del Presupuesto 2016, luego de los acuerdos sellados para la designación de las autoridades del cuerpo legislativo.
Aún con un eventual apoyo opositor, el descubrimiento de los "esqueletos fiscales" complica el ya difícil cuadro de la provincia de Buenos Aires y de su gobernadora. A pocos días de asumir, Vidal debió solicitar ayuda financiera a la Nación para afrontar el pago de los salarios y el medio aguinaldo de los trabajadores estatales. Daniel Scioli le había dejado una caja con tan solo $179 millones de pesos.
Aunque el distrito tiene margen para afrontar un mayor endeudamiento financiero, lo cierto es que ello se combina con la abultada "deuda social" existente en materia de escuelas, hospitales, cloacas, entre otras obras de infraestructura. Esas cuentas pendientes son la que hicieron que el kirchnerismo perdiera en octubre el más grande padrón electoral a manos del frente Cambiemos, por lo que la ciudadanía espera que se atiendan esas demandas.
El reacomodamiento en la provincia "inviable", como prefiere definirla el escritor y analista Jorge Asís, será gradual. Lo importante en esta primera etapa son las señales. La primera de ellas es reducir parcialmente el rojo fiscal, que en 2016 se proyectó en $15.000 millones. La cifra supone un significativo recorte de $5.000 millones en comparación al presupuesto de este año.